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Creacionismo

Teoría estética huidobriana que postula la independencia de la obra literaria con respecto a cualquier referente e instala la poesía como aquella producción creacionista por excelencia. La poesía en esta tendencia vanguardista es una totalidad lírica independiente en absoluto, un arte de la palabra superior al contexto.

A diferencia de otras estéticas vanguardistas, como el surrealismo o el dadaísmo europeo, el creacionismo no pretendió anular la racionalidad en la producción poética. Se trata pues de una vanguardia que quiere ser teórica (vale decir, una nueva corriente artística) y política (con el propósito de transformar el mundo y en la que el poeta tiene el rol de crear una vida de belleza para la humanidad). Huidobro criticaba el automatismo puro de los surrealistas, no negaba la importancia del inconsciente pero desconfiaba de los métodos que buscaban destacar solo algunas de las facultades humanas en detrimento de otras.

El inicio de esta estética se ha fijado alrededor de 1916, cuando Huidobro viajó por primera vez a Europa y se estableció en París, donde se vio inmerso en una polémica acerca de la filiación del movimiento. El poeta francés Pierre Reverdy, quien fue amigo de Huidobro y con quien publicó la revista Nord-Sud (1917), se declaraba como el precursor de esta tendencia literaria (él habría sido quien primero enunciara sus principios) y acusaba a Huidobro de falsificar las fechas, asegurando que habría adelantado el año de publicación de su obra El espejo de agua. La disputa sobrevivió a ambos poetas y recién vino a apaciguarse cuando Braulio Arenas, preparando las Obras completas (1964) de Huidobro, diera con una edición bonaerense de El espejo de agua fechada en 1916, dos años antes de su publicación en Madrid. Este hallazgo puso fin a una controversia que duró medio siglo.