Paseo público, sede de la institucionalidad republicana, eje urbanístico primordial y la más transitada arteria vial de la capital. Todo eso y mucho más es y ha sido la Alameda, desde que Bernardo O'Higgins fijara por decreto el trazado de la antigua Cañada en 1818 y la bautizara luego como "Alameda de las Delicias". Tanto entonces como ahora, esta avenida ha sido el emplazamiento privilegiado para la expresión y el esparcimiento ciudadano, ya sea bajo la forma de paseos familiares, fiestas populares o la manifestación pública de demandas sociales.

Todos estos factores son los que llevaron a un grupo de instituciones culturales afincadas precisamente en la Alameda a aunar esfuerzos para recuperar y fortalecer la vida cultural que fluye a través de esta arteria. Desde la constitución de Eje Alameda el 21 de julio de 2011, la agrupación ha organizado un sinnúmero de actividades en torno al objetivo común de "posicionar a la Alameda como un espacio público cultural, difundir su historia y patrimonio". La iniciativa aglutina a quince entidades: Fundación Telefónica, Universidad de Chile, Instituto Cultural BancoEstado, Centro Arte Alameda, GAM, Centro de Extensión Universidad Católica, Biblioteca Nacional, Museo San Francisco, Archivo Nacional, Londres 38, Centro Cultural Palacio La Moneda, Cultura Mapocho, Municipalidad de Santiago, Metro de Santiago y Colegio de Arquitectos.

Para festejar este primer año de existencia, Eje Alameda ha organizado un variado programa de actividades, que incluye funciones de cine y teatro, una exposición, una charla y un recorrido urbano en bicicleta. La Biblioteca Nacional, en su edificio de Alameda 651, alberga el ciclo de cine Cinco miradas al Chile de los sesenta, que ofrece cintas de realizadores nacionales todos los martes de julio a las 19 horas. Además, el miércoles 25 de este mes se inaugura la muestra Alameda de las Delicias, una historia urbana, que retrata en imágenes, documentos y testimonios de las colecciones de la Biblioteca los dos siglos de vida de esta avenida. Ambas actividades son gratuitas.

Ahora, para quienes no puedan visitar sus dependencias, la Biblioteca Nacional -a través de Memoria Chilena- pone al alcance de todos una amplia selección de documentos históricos sobre la Alameda de ayer y de hoy. Por ejemplo, el artículo "Alameda de las Delicias", del libro Santiago calles viejas de Sady Zañartu, describe la fisonomía del paseo desde sus orígenes, los oficios que a su alero se desarrollaron y las festividades que allí se celebraban. Asimismo, la pluma amena de Oreste Plath registra en su crónica "La Alameda" -publicada en la revista En Viaje- las transformaciones que experimentó la arteria a lo largo de los años, al tiempo que enumera los monumentos que la engalanan. Igualmente, puedes revisar decenas de fotos, láminas y planos de época de la avenida y convertirte así en testigo ocular de sus cambios.