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Oferta de las casas editoriales y audiencia

En general, las partituras que eran vendidas por las casas editoriales conmemoraban días patrios, hechos bélicos, sucesos políticos y triunfos deportivos, sin embargo, a pesar de sus intenciones de acoger temas transversales a la sociedad del tiempo, estas partituras estaban destinadas a un segmento social más o menos pudiente dado su alto valor alto.

Mientras que a fines del siglo XIX, la principal oferta de las casas editoriales consistía en géneros de salón, de carácter sentimental elegíaco y bailable, con una amplia demanda por partituras de piano, hacia comienzos del siglo XX se incorporaron partituras para guitarra sola y de concierto.

Esta nueva oferta musical tuvo su correlato en la diversificación de las audiencias. Durante el siglo XX, con la introducción de los fonógrafos y la expansión de la industria musical hacia los nuevos medios de comunicación como la radio y el cine, las casas editoriales y los nacientes almacenes de música masificaron su consumo hacia sectores más amplios de la sociedad.