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Vida nueva (1902)

La novela Vida nueva refleja la profunda inquietud de Emilio Rodríguez Mendoza por la crisis social y espiritual por la que pasaba Chile al comienzo de nuestro siglo. Esta preocupación patriótica y sincera está latente en todo momento en su novela.

Así lo entendió Miguel de Unamuno, quien en carta del 16 de febrero de 1904 se dirigió al autor en los siguientes términos: "Hay en este libro páginas realmente hermosas y es una interesante pintura de las costumbres santiaguinas. Me interesó mucho el reformador don Pedro Moral. Alguna analogía veo, en cuanto a tesis, entre su novela y L'Education sentimentale de Flaubert" (Valenzuela, Víctor. Cuatro escritores chilenos. New York, Las Américas Publishing Co. 1961, p.52).