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Una biblioteca típicamente ilustrada

El entusiasmo de José Antonio Rojas por las ideas políticas ilustradas y las nuevas ideas de libertad, igualdad y soberanía era grande. Los libros traídos desde Europa por él eran piezas importantes de la literatura política del Siglo de las Luces y contenían las bases ideológicas de la Revolución Francesa, por lo que desempeñaron un papel importante en la difusión del pensamiento ilustrado en los círculos letrados de la sociedad chilena. Por ejemplo, la Historia Filosófica de Raynal, que llegó en una de las cajas de libros escamoteadas de las manos de la Inquisición, era uno de los documentos más duros y críticos contra la monarquía española y sus colonias americanas.

La de Rojas es, como afirma Isabel Cruz, "una biblioteca típicamente ilustrada", a pesar de que en el inventario realizado en 1840 no aparezcan las obras más radicales de la Ilustración francesa ("La cultura escrita en Chile 1650 - 1820". Historia, número 24, 1989, p.163).

Autores como Cristián Gazmuri (en Libros e ideas políticas francesas en la gestación de la Independencia de Chile) y Sergio Villalobos (en Tradición y reforma en 1810) sostienen que Rojas poseyó también obras ilustradas como las de Rousseau, Voltaire, D'Holbach, Bayle y D'Alambert, Grandeza y decadencia de los romanos, de Montesquieu, Historia de América, de Robertson, e Historia de los establecimientos europeos en las Indias, de Raynal.

Se ha afirmado también que entre los libros que conformaron la biblioteca de Rojas se encontraba la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, editada por Diderot y D'Alembert. Según cartas del franciscano José Javier Guzmán la Enciclopedia estaba en poder de Rojas en 1808 y "circulaba entre los chilenos más inquietos como José Miguel Infante, Bernardo de Vera y Pintado, Juan Egaña y Juan Martínez de Rozas", pero el inventario de 1840 tampoco la incluye entre sus títulos (Cruz, Isabel, p.165).

Si bien las obras más radicales de la Ilustración francesa no aparecen consignadas en el inventario, se cree que esto puede deberse a que el principal incentivo de José Antonio Rojas era difundir las ideas ilustradas haciendo circular aquellos libros, por lo que no necesariamente estarían en su biblioteca. Se debe considerar además el saqueo y la requisición de parte importante de estas obras mientras estuvo prisionero en la Isla Juan Fernández, acusado de ser un traidor a la corona española.