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Área de investigación en bioquímica

La carrera como investigador de Osvaldo Cori comenzó como ayudante ad honorem en el Instituto de Fisiología de la Universidad de Chile, bajo la tutela de Francisco Hoffmann. Fue el mismo Hoffmann quien le mostró que la fisiología se basaba en procesos químicos lo que lo motivó a interesarse por el funcionamiento molecular de las estructuras biológicas. Esta motivación lo llevó a perfeccionarse en bioquímica en laboratorios en Estados Unidos. En el laboratorio de Fritz Lipmann, en el Massachusetts General Hospital de Boston y Harvard University,  se estudiaba el mecanismo mediante el cual las células obtienen energía para realizar sus respectivas funciones, enfocándose en el mecanismo de degradación de la glucosa, o azúcar y su transformación en ATP, la molécula que provee “energía” para las funciones celulares. De este trabajo quedó una publicación de 1952 en donde Cori y Lipmann comparten la autoría. Posteriormente integró el laboratorio de Severo Ochoa quien estudiaba los pasos del ciclo del ácido cítrico, también fundamental en el proceso de degradación de la glucosa en la célula. Ambos investigadores, Lipman y Ochoa,  ganarían después el Premio Nobel.

De vuelta en Chile, en el Laboratorio de Bioquímica, Cori continuó investigando en torno a la degradación de la glucosa, particularmente en relación a la molécula apirasa una enzima que degrada el ATP al catalizar su hidrólisis y producir AMP y fosfato inorgánico. Sin embargo, en 1956 Cori publica en la prestigiosa Nature resultados que luego de 5 años se comprobaron errados. Luego de retractar su publicación y explicar el error metodológico que lo llevó a incurrir en tal error, decide cambiar su línea de investigación. De esto modo, a partir de la década del 60 se volcó al estudio de la síntesis de terpenos, una molécula componente de las resinas y aceites de plantas que extraía de pinos y de la cáscara de naranja.