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Primeros años de Tótila Albert

Tótila Albert nació en Santiago de Chile el 30 de noviembre de 1892. Su árbol genealógico lo forman ilustres personajes del siglo XIX como el músico alemán Max Albert, su abuelo paterno, gracias a quien Tótila aprendió a tocar la cítara de arpa, de 42 cuerdas, inventada por él, y su padre, el naturalista alemán Federico Albert, con quien recorrió durante su niñez el sur de Chile. Esta experiencia, según comentó al diario El Mercurio en el año 1923, fue crucial en el proceso de creación de Ritmo Eterno, una de sus esculturas más polémicas: "Viajaba con mi buen padre (…) por las reservas forestales de Malleco. El bosque nos encerraba y atrapaba. En un momento me fijé en una serie de palotes confundidos y aglomerados, que estaban en el suelo. Era verano y la época del amor (…) Sin Chile no habría podido hacer nunca mi Ritmo Eterno" (Bizarre. "Tótila Albert". El Mercurio, Santiago, 10 de diciembre, 1923).

Tótila Albert desde niño manifestó aptitudes artísticas. En 1903, cuando tenía 10 años de edad, envió a la revista Pluma y Lápiz una carta en la que relataba un naufragio sufrido junto a su madre, Teresa Schneider, a bordo del barco Theben que se dirigía a Europa en julio de ese mismo año.

Este texto, titulado "Un náufrago del Theben: Tótila Albert", fue acompañado por un párrafo que describía la personalidad del niño y sus virtudes artísticas: "Y así, minuciosas i exactas, en correcto lenguaje, siguen las cartas de nuestro amigo Tótila (…) Es Tótila un eximio citarista, toca tambien el piano, habla varios idiomas i con la gracia i seriedad cómica de sus diez años va haciendo la delicia de los que lo conocen (sic)" (Pluma y Lápiz, número 141, 30 de agosto, 1903, p. 5).

Tótila Albert no recibió estudios formales durante su infancia. Recién en 1915, ya adulto, realizó estudios de arte en Berlín, Alemania, donde residió en casa de parientes junto a su hermana Tusnelda.