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Vida de Tótila Albert en Alemania

Tótila Albert vivió en Alemania por alrededor de 24 años, durante dos periodos. Entre 1915 y 1923, en los tiempos de la Gran Guerra europea, residió en Berlín por ocho años con la intención de formalizar sus inquietudes artísticas.

No obstante el deseo inicial de Tótila, su relación con el saber y las prácticas académicas fue complicada. En Berlín conoció al escultor Franz Metzner (1870-1919), con quien estudió escultura por 6 meses. Se inscribió en la Academia de Berlín, pero asistió apenas por un mes. A su regreso a Chile, señaló a la prensa: "Toda mi vida he sido enemigo del aprendizaje de las academias. He concurrido a ellas con la mejor voluntad, pero no he podido amoldarme a su detallismo riguroso y prolijo. El artista necesita libertad, aire, campo para desarrollar ampliamente sus facultades. Y allí solo saben cortarle a uno las alas" (Jack The Ripper. Los Tiempos. Santiago, 15 de diciembre de 1923).

Alejado de los grupos vanguardistas del tiempo, Albert encontró amistad en los artistas de origen judío Arno Nadel (1878-1943) y Arthur Holitscher (1869- 1941). Estos artistas, que podrían considerarse sus mentores, estimularon en Tótila la lógica del arte total, reflejada en su trabajo en el encuentro de plástica, música y poesía. Con Arno Nadel mantuvo una prolongada correspondencia que se vio interrumpida en 1943, cuando Nadel fue deportado al campo de concentración de Auschwitz, donde murió asesinado el mismo año.

A su regreso a Chile, precedido de cierto reconocimiento en Europa, específicamente a partir del catálogo que reúne su obra temprana Tótila Albert - Esculturas, publicado en Berlín por la casa editora Julius Bard en 1924, Albert realizó una exposición en la Casa Eyzaguirre en Santiago de Chile, la que fue favorablemente recibida por la prensa de la época.

Entre los años 1924 y 1939, Tótila Albert vivió por un segundo periodo en Berlín. Como Isaías Cabezón (1891-1963), Camilo Mori (1896-1973) y otros artistas de la Generación de 1928, obtuvo una beca del gobierno de Carlos Ibáñez del Campo para estudiar escultura ornamental.

Durante este periodo de estudios formales, Tótila comenzó a realizar uno de sus proyectos más ambiciosos, el libro de cantos en alemán de 5 tomos titulado El Nacimiento del Yo. Según publicó la prensa chilena a su regreso, este libro que Albert trabajó durante 9 años en Berlín "analiza las relaciones entre la materia y el espíritu, entre el ser humano y el cosmos, entre la música y el Verbo" ("Un artista chileno que regresa". El Mercurio. Santiago, 19 de noviembre, 1939).

Apenas se inició la Segunda Guerra Mundial, Tótila Albert regresó a Chile, trayendo consigo algunas maquetas, modelos y fotografías de sus obras realizadas en Berlín, las que fueron destruidas, luego, con los bombardeos en la ciudad alemana.