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El pensamiento estético de Tótila Albert

Las esculturas de Tótila Albert constituyen una obra simbólica que se opuso a la tradición escultórica cercana al realismo mimético. En su búsqueda de expresión a través de la obra artística, Tótila Albert consideraba que la plástica chilena era "capaz de desarrollarse en una forma asombrosa y definitiva para el arte sudamericano, siempre que se libere de las tradiciones huecas de una expresión imitativa. El minero, que está en contacto con la montaña, tiene su ideología adaptada a los volúmenes, y de ahí nace la visión netamente plástica de la vida; y de ahí derivan los escultores, los que nunca surgirán de la planicie. Nosotros vivimos en la montaña y lógicamente tendremos hombres que han de traducir sus sentimientos en volúmenes" ("El escultor Tótila Albert". La Razón. Buenos Aires, 23 de agosto, 1924).

Este giro hacia el simbolismo, en el contexto de la tradición escultórica imitativa chilena, fue celebrado por Gabriela Mistral, quien lo consideró como "una vuelta a la espiritualidad, porque el realismo puro, sin aleaciones, el espeso realismo, es una forma de aplebeyamiento del arte y una expresión de decadencia" ("Gabriela Mistral habla de Tótila Albert". La Nación. La Paz, 29 de octubre, 1939).

Su búsqueda expresiva no se vio reflejada solo en su obra plástica, a lo largo de su vida Tótila Albert escribió dos grandes compilaciones de poesía tituladas El nacimiento del yo, obra de seis tomos escrita en alemán durante su estancia en Berlín, y La epopeya del tres veces nuestro, libro compuesto de 120 cantos en castellano.

Tótila Albert se consideró a sí mismo como el primer poeta de un nuevo género que llamaba informalmente Ich Epos, expresión con la que aludía tanto "al viaje interior o épica del proceso de individuación" como "a una obra en que el proceso de evolución del escritor se viera expresado a través del propio bagaje de su experiencia vivida, siempre individual e irrepetible" (Naranjo, Claudio. Cantos del despertar: Mito del héroe en los grandes poemas de Occidente. Santiago: Editorial La llave, 2002, p. 277).

Además de estas obras que siguen el formato tradicional del libro de poesía, Tótila Albert escribió poemas directamente sobre partituras de "sinfonías clásicas y contemporáneas, siguiendo para ello las intenciones directas e indirectas del compositor" ("Obra escultórica que condensa el espíritu de la época moderna". El Mercurio, Santiago, 26 de diciembre, 1957, p.11).

Tótila Albert, sin restringir su creatividad a una práctica artística, buscó en su obra formas de expresión en la plástica, la poesía y la música.