Historia de la literatura infantil chilena, publicado en 1982, fue el primer estudio teórico que se efectuó sobre esa materia. Su autor, Manuel Peña Muñoz, debió realizar una profunda investigación para obtener un panorama acabado de la literatura infantil chilena, desde sus comienzos en 1821 hasta 1981, fecha en que cierra el estudio. Para la elaboración del corpus se recogieron cerca de 900 títulos en bibliotecas, casas particulares, librerías antiguas, catálogos y anuarios, los cuales fueron seleccionados por su valor literario, artístico o sociológico. Por otra parte, los géneros contemplados fueron: narrativa, lírica, teatro, folclor infantil (adivinanzas, rimas, jerigonzas, principios y finales de cuentos, rondas), textos auxiliares de la enseñanza (cartillas, catones, silabarios) y prensa infantil (periódicos, suplementos, revistas). De acuerdo con lo señalado por Manuel Peña Muñoz el rastreo de libros dio con verdaderos hallazgos, libros maravillosos para los niños que nunca habían sido reseñados en las historias generales de la literatura chilena.

El objetivo del autor fue escribir un libro que abordara seriamente esta materia. Por ello, encontró necesario partir su investigación con preguntas básicas que despejaran cualquier duda en torno a su estudio: "El título del libro puede sonar a muchos sospechosamente divertido ¿Una historia de la literatura infantil? ¿Y chilena? ¿Acaso hay buena literatura infantil en Chile? ¿O acaso hay literatura 'infantil'?". Las respuestas no fueron fáciles, por lo que Manuel Peña concluyó enfáticamente: "Una gran parte de la literatura considerada como infantil se queda en un terreno de nadie. O es demasiado pueril, o los temas no se adaptan a los intereses reales de los niños. De ahí que la verdadera literatura infantil sea hoy una rama de la gran literatura -según este autor- que tiene sus leyes propias y puede interesar, por su calidad, tanto al niño como al adulto".

En los siguientes capítulos, Manuel Peña Muñoz ordenó cronológicamente la historia de la literatura infantil, partiendo por los orígenes y continuando con cada década. Mención especial merece la sección donde hace referencia a las revistas infantiles de la década de los cuarenta, entre éstas El Peneca. Terminado el estudio, el autor integró cuatro anexos, los primeros vinculados al juego infantil y los dos siguientes sobre Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm.

Antes de esta extensa investigación, sólo se tenía conocimiento de la literatura infantil chilena por estudios aislados que algunos escritores realizaron. En 1976 Adda Antillo Coppa redactó una Bibliografía de la literatura infantil chilena, que en la actualidad es considerada incompleta. En cambio, Historia de la literatura infantil chilena reunió todos los textos esparcidos y los olvidados.

Tras publicar este libro, Manuel Peña Muñoz prosiguió con sus estudios, ampliando esta primera edición e incorporando escritores de la década de 1990 y los ilustradores. Dicha investigación posterior aún no ha sido publicada, pero se espera un segundo lanzamiento, del cual entregamos un adelanto.