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"Ojeada sobre la literatura" de Manuel Bilbao

En el año 1875, el escritor chileno José Domingo Cortés (1839-1884), autor de obras históricas y biográficas como el Diccionario biográfico americano (1875), Galería de hombres célebres de Bolivia (1869) o Poetas chilenos: coleccionados (1864), publicó Prosistas americanos, libro que, "como su título lo indica", es una "colección de artículos en prosa de los más distinguidos escritores, tanto del Norte como del Sur del Nuevo Mundo" (Prosistas americanos: trozos escojidos de literatura. Paris : Tipogr. Lahure, 1875, p. 10).

Prosistas americanos reunió, en 116 artículos sobre política, poesía y novela, a escritores de Argentina, como Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, Pedro Goyena o Domingo Faustino Sarmiento, de Colombia, como Josefa Acevedo, Soledad Acosta de Samper, José Caicedo Rojas o Juan García del Río, venezolanos como Andrés Bello o Juan Vicente González, mexicanos como Ignacio Altamirano o Luis de la Rosa, además de autores de Cuba, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Perú, Brasil, Guatemala, Puerto Rico y Estados Unidos.

Entre los chilenos, Cortés compiló textos de José Victorino Lastarria, Camilo Henríquez, José Joaquín Vallejo, Benjamín Vicuña Mackenna, Miguel Luis Amunátegui y Manuel Bilbao. De este último, incluyó el artículo "Ojeada sobre la literatura", donde se examinan algunas ideas generales de la literatura desde la Antigüedad griega hasta el Romanticismo americano.

Bajo la premisa de que la literatura es expresión de la sociedad, este artículo hace énfasis en los ideales ilustrados que alentaron la concepción de las repúblicas americanas durante el siglo XIX. La literatura moderna, en este sentido, expresaba el quehacer político y moral de los pueblos que, al salir "de esa tumba del pasado, sintieron la necesidad de la vida de derecho; entonces su literatura dejó de ser clásica, fue la expresión de las investigaciones filosóficas, de las necesidades que se sentían por el amor a la libertad, fue política y social, revelando en sus entrañas la preñez de la revolución" (p. 226).

Mientras el Clasicismo, según la visión de Bilbao, reducía la literatura a la concepción de lo bello de las formas en su afán de rescatar la antigüedad clásica, la literatura decimonónica tuvo "por misión en sus composiciones, reflejar los vicios para condenarlos, estudiar sus causas para combatirlas (…) reflejando a la vez virtudes sociales para presentar el choque entre esas manifestaciones del organismo humano, dando el triunfo a los sentimientos morales" (p. 227).

La literatura para Manuel Bilbao, considerado uno de los fundadores de la novela histórica chilena con sus libros El inquisidor mayor (1852), Los dos hermanos (1853) y El pirata del Guayas (1855), tuvo una función política y moral que, como tal, podía influir en la vida y el desarrollo de las sociedades.