Esa carta mezquina i tirana, / vil resabio de una era sangrienta, / de que abusa el poder que sustenta, / que se llama la Constitución, / se reforme por hombres patriotas, / ilustrados, que el pueblo proclame; (…) / Venga abajo la hipócrita carta / que a un solo hombre el poder ha confiado / con sus leyes absurdas, que ha dado / los estados de sitio también

(Matta, Guillermo. La Constituyente: canción popular. Santiago: Imprenta del Pueblo, abril 1859, p. 1)

En el variado conjunto temático de la obra de Guillermo Matta, la poesía de guerra, civil de estilo liberal, con tintes sociales o, en términos más amplios, de carácter político, tuvo una especial relevancia a lo largo de su trayectoria de escritor.

En 1857, publicó A la América, poema contra el naciente "imperialismo de Estados Unidos" que "posee la misma energía si no la pericia (…) del anatema poético de Darío contra Theodore Roosevelt" (Alegría, Fernando. La poesía chilena: orígenes y desarrollo del siglo XVI al XIX. México: Fondo de Cultura Económica, 1954, p. 237).

En el contexto de la llamada Revolución de 1859 -tras la cual salió al exilio- Guillermo Matta publicó en abril del mismo año el poema La Constituyente: canción popular, donde proclamó la causa revolucionaria que defendió junto a su hermano Manuel Antonio (1826-1892), Pedro León Gallo (1930-1877) y Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1866), a través de las páginas de La Asamblea Constituyente, periódico que pugnó por el cambio de la Constitución de 1833, con el fin de remover del poder a Manuel Montt (1809-1880).

Unos años después de su regreso al país, en un clima de tensiones políticas tras la intervención española en las islas Chincha peruanas que las autoridades chilenas consideraron como una ocupación colonialista, Guillermo Matta publicó en septiembre de 1864 el poema: A la patria: canto, destinando el dinero recolectado por la venta de la edición "a dar mesadas a las familias de los voluntarios que han ido al Perú" (A la patria: canto. Santiago de Chile: Imprenta de la Voz de Chile, 1864, contratapa).

Según Bernardo Subercaseaux, la poesía de Matta, representada en poemas como "A la Patria" o "A las armas", a pesar de utilizar "todos los lugares comunes" que caracterizaban "a la poesía civil de estilo liberal" del siglo XIX, "desempeña (…) un papel como impulso al patriotismo y a la conciencia (vaga) de una identidad común" (Cultura y sociedad liberal en el siglo XIX. Santiago. Editorial Aconcagua, 1981, p. 233).

Además de la política nacional -como ya lo había hecho con su poema "A la América"-, Guillermo Matta solidarizó con la causa latinoamericana. En 1867, publicó A Méjico: poesías y, luego, en 1870, el poema "A Benito Juárez", los que según Fernando Alegría ejemplificaban el espíritu libertario aprendido "de Byron, Manzoni y Espronceda" que "le llevó a la defensa de México cuando la invasión francesa de 1863 (...). Esta poesía de guerra es sincera y el reflejo de una convicción revolucionaria de la mejor época del autor" (Alegría, Fernando. La poesía chilena: orígenes y desarrollo del siglo XVI al XIX. México: Fondo de Cultura Económica, 1954, p. 237).