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Augusto Orrego Luco y su carrera en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile

Augusto Orrego Luco fue médico de profesión y ejerció la docencia en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, en donde impartió la cátedra de Enfermedades Nerviosas, convirtiéndose en uno de los pioneros en el área de la neurosiquiatría en Chile.

Su carrera docente comenzó en 1871, cuando fue nombrado ayudante en el curso de Anatomía durante sus primeros años de estudio. En 1874, gracias a su tesis sobre alucinaciones mentales, recibió el título de médico e inmediatamente fue incorporado como profesor titular de la cátedra de Anatomía, mientras trabajaba en la Casa de Orates de Santiago.

En el año 1879 fue nombrado miembro docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, puesto que conservó hasta 1905: "Enseñaba en una pieza muy chica (…), el profesor se sentaba en un sillón muy bajo; los alumnos casi no le veían; todos rodeaban al maestro: unos en sillas y otros en el suelo, con los libros abiertos; en el centro de la pieza el enfermo, que él ya había observado muy bien, durante largo tiempo. El doctor estaba convencido de que un catedrático de medicina no podía hacer bien su clase, sino con el enfermo a la vista; decía que era necesario examinar al paciente sirviéndose del texto de estudio y viceversa, prefería controlar la lectura, observando al doliente" (Araneda Bravo, Fidel. Don Augusto Orrego Luco. Dirección General de Prisiones. Santiago, 1951, p. 24-25).

A propósito de ese periodo en la Universidad de Chile, sus mayores referentes en el campo médico, la vida y las dificultades del estudio de las ciencias en la segunda mitad del siglo XIX en Chile, Orrego Luco publicó en 1922 el libro de memorias Recuerdos de la Escuela.

Orrego Luco alternó la docencia y la práctica médica durante toda su carrera. Tenía su consulta en la Cañadilla de Santiago, actual avenida Independencia, y, debido a sus estudios y sus métodos de trabajo, ligados a la siquiatría, fue conocido popularmente como "el brujo de la Cañadilla" (Barros de Orrego, Martina. Recuerdos de mi vida. Santiago de Chile: Orbe, 1942, p. 230).

Ofreció ayuda médica en los brotes de viruela sucedidos en Santiago en 1892 y en Valparaíso en el año 1905, ciudad a la que acudió acompañado por estudiantes de su cátedra. Luego de que la situación en Valparaíso fue controlada -gracias en parte a la acción de los estudiantes y de Orrego Luco-, fueron llamados a una ceremonia de distinción en el Teatro Municipal de Santiago.

Dicha ceremonia, sin embargo, finalmente no pudo ser llevada a cabo debido a una confusión en el reparto de las entradas para los alumnos y sus familias, quienes no pudieron acceder a la platea del teatro. El doctor Orrego Luco intentó mediar en este confuso suceso, pero fue abucheado por sus propios estudiantes.

Tras dichos incidentes, Orrego Luco abandonó la docencia y la Escuela de Medicina de manera definitiva (Araneda Bravo, Fidel. Don Augusto Orrego Luco. Dirección General de Prisiones. Santiago, 1951, p. 28). Casi veinte años más tarde, en 1924, la Universidad de Chile realizó un homenaje público en el que se conmemoraron los cincuenta años de su carrera como médico y docente.