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Bosquejo del desarrollo intelectual en Chile

Cuando Lastarria nos pedía que cuidáramos la corrección y la pureza del lenguaje, solo nos pedía que estudiáramos la lengua en nuestros clásicos, que tratáramos de absorber en esa fuente el alma y las leyes naturales del idioma, dejándonos después en libertad para aplicarlas como cada cual las hubiera comprendido

(Orrego Luco, Augusto. "Don Victorino Lastarria: impresiones y recuerdos". Revista chilena. Santiago: 1917, p 39).

Hacia fines de la década de 1880, Augusto Orrego Luco tenía entre sus planes la publicación de un Bosquejo del desarrollo intelectual en Chile que, sin embargo, "hubo de quedar inconcluso" (Silva Castro, Raúl. La literatura crítica de Chile. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello, 1969, p. 17). En el año 1890, en las páginas de La Revista Nueva (1900-1903), alcanzó a publicar un adelanto de estos estudios bajo el título: "Un grupo de periodistas"; texto en el que revisó la producción de cuatro exponentes del periodismo nacional: Jotabeche, Isidoro Errázuriz y los hermanos Justo y Domingo Alemparte.

Este fragmento del estudio inconcluso de Orrego Luco fue una de las variadas ocasiones en las que Orrego Luco reflexionó sobre el tema de la intelectualidad nacional o quiso, de manera más o menos activa, realizar el rescate de alguna figura intelectual vinculada con las décadas de formación y consolidación republicana.

En su juventud, junto a Fanor Velasco (1848-1907), revivió no solo el nombre de la Revista de Santiago (1848-1855), dirigida en sus tres periodos por José Victorino Lastarria (1817-1888), Francisco de Paula Matta (1821-1854) y su hermano Guillermo Matta (1829-1899), sino también intentó revivir el espíritu del movimiento literario de 1842, compuesto por intelectuales que -en un contexto de consolidación de la identidad nacional- promovieron el progreso en el campo de las ciencias, la literatura y las artes.

Entre los intelectuales vinculados con dicha generación, Orrego Luco destacó en el artículo "Movimiento literario de 1842", publicado en el año 1890 en la Revista del Progreso, a escritores como Salvador Sanfuentes (1817-1860), a quien describió como "un espíritu profundamente metódico y austero, de una laboriosidad asombrosa, de una tranquilidad correcta, y que tenía los inevitables y fríos defectos que brotan de esas mismas cualidades" (Orrego Luco, Augusto. "El movimiento literario de 1842". Atenea. Número 100, agosto, 1933, p. 320) y a personajes vinculados con la política como Francisco Bilbao (1823-1865) y Santiago Arcos (1822-1874), quienes en 1850 formaron la Sociedad de la Igualdad.

De estos intelectuales, destacó en más de una ocasión la figura de José Victorino Lastarria, de quien "era un grande admirador" (Araneda, Fidel. Don Augusto Orrego Luco. Santiago de Chile 1951, p 53). En abril de 1917, publicó en la Revista chilena (1917-1930) el texto "Don Victorino Lastarria: impresiones y recuerdos" en el que relató los encuentros que tuvo con el autor de Don Guillermo (1860).

Según este artículo, la relación de Orrego Luco con Lastarria comenzó en su infancia, cuando este visitaba la casa de sus padres en Valparaíso: "Sé muy bien que la figura de este Lastarria bondadoso y amable, tan fácil y asequible, que trato de evocar en esta página será una figura extraña para los que no pasaron los umbrales de su hogar. Esos solo han conocido otro Lastarria" (Orrego Luco, Augusto. "Don Victorino Lastarria: impresiones y recuerdos". Revista chilena. Santiago: 1917, p 9).