La revolución del 20 de abril de 1851 es una novela histórica de Daniel Riquelme publicada por entregas en el diario La Libertad Electoral (1886-1901), entre el 27 de abril y el 11 de mayo de 1893. En este mismo año, la editorial de este periódico la editó en forma de libro.

La novela tiene como eje temático el levantamiento armado de los liberales y una sección del artesanado santiaguino vinculada con la Sociedad de la Igualdad, quienes, apoyados por el regimiento Valdivia a cargo de su primer coronel, Pedro Urriola (1797-1851), juntaron fuerzas para impedir la elección de Manuel Montt (1809-1880) como presidente de Chile. La fuente principal de los hechos históricos referidos que utiliza Riquelme es La Historia de la jornada del 20 de abril de 1851, de Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886), quien participó por el bando de los liberales el día de la revolución.

El protagonista de la novela, Francisco Sandoval, antiguo integrante de la Sociedad de la Igualdad, relata sus recuerdos de la jornada del 20 de abril de 1851 a petición de su nieta Beatriz y de un joven periodista sin nombre que lo acompañan en su hogar. Esta anécdota es la que enmarca la narración de los hechos históricos.

En el principio de la novela, su protagonista parece encarnar los rasgos típicos del héroe nacional, quien, al entregar su vida por la nación, representa un "modelo de civilidad y de masculinidad" vinculado a ideales republicanos. Sin embargo, La revolución del 20 de abril de 1851, a diferencia de otras novelas históricas que promueven la figura de un héroe valiente y arrojado, muestra en Francisco Sandoval a un sujeto que decide no entrar en la batalla, volviéndose "un héroe pacífico y medroso que renuncia a la gloria épica" (Aguayo, Eduardo. "Daniel Riquelme o las grietas escondidas de la brillante historia nacional", Acta literaria. Número 54, 2017, p. 137) y, en cambio, elige el reencuentro con su amada y "la infinita satisfacción de estar vivo y de no haber privado a nadie de la misma felicidad" (Riquelme, Daniel. La revolución del 20 de abril de 1851. Santiago de Chile: Imprenta La Libertad Electoral, 1893, p. 182).

Como ocurre en otras novelas históricas, como Martín Rivas (1862) de Alberto Blest Gana (1830-1920) o el Inquisidor mayor (1852) de Manuel Bilbao (1828-1895), considerada una de las precursoras del género en Chile, lo político se hermana con lo romántico en la obra de Riquelme. Esta unión entre romance y relato histórico junto a la referencia a procesos, eventos y personajes de la historia a partir de "detalles modulados con los usos coloquiales del habla popular, con sus comparaciones, sus metáforas y sus dichos" son mecanismos discursivos que Riquelme utilizó para "popularizar la historia de Chile", es decir, para relatar un episodio particular de la historia nacional a un público no especializado y popular (Aguayo, p. 128).