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Ideas ortográficas de Miguel Luis Amunátegui Reyes

Miguel Luis Amunátegui Reyes (1862-1949) fue un profesor e intelectual chileno, activo durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, que realizó investigaciones de corte legal, histórico, gramatical, lexicográfico y ortográfico.

Hijo de Josefa Reyes Cotapos y de Gregorio Víctor Amunátegui Aldunate (1830-1899), estudió en el colegio José María Fredes y continuó su educación en el Instituto Nacional, en el que inició su carrera literaria.

Aún siendo un estudiante, Amunátegui Reyes colaboró en la investigación y preparación de las Obras Completas de Andrés Bello, que realizaron su padre y su tío Miguel Luis Amunátegui Aldunate (1828-1888). Este trabajo le permitió conocer temprana y profundamente la obra del intelectual venezolano.

En 1884, comenzó su carrera en la enseñanza pública al ingresar a la Universidad de Chile como examinador de escolares. Posteriormente, se hizo cargo de la cátedra de Gramática Castellana en el Instituto Nacional y, a la par que desempeñó este rol, trabajó como profesor de Código Civil en la Escuela de Leyes.

Por su trabajo en el campo de la lingüística recibió el título de miembro de la Academia Chilena de Lengua, institución correspondiente a la Real Academia Española. Años más tarde, Amunátegui Reyes llegó a ser el director de la asociación chilena, cargo que desempeñó hasta su muerte en 1949 (Silva Castro, Raúl. "Rasgos biográficos". Miguel Luis Amunátegui Reyes: 1862-1949. [Santiago]: Editorial Jurídica de Chile, 1951, p. 45-57).

Como otros intelectuales del periodo, participó del debate sobre la reforma ortográfica en Chile con publicaciones en El Diario Ilustrado (1902-1970) y en libros, tales como La reforma ortográfica: ante nuestros poderes públicos, ante la Real Academia Española i ante el buen sentido (1918), Uso de la G. i de la J. representación hecha ante la Real Academia Española (1920), Ortografía razonada (1926) y ¿Cuál es la ortografía que más favorece a nuestra raza? (1927).

En su rol de miembro correspondiente de la Real Academia Española, Amunátegui Reyes fue una de las pocas voces que, desde el interior de esta agrupación, defendió la "ortografía chilena", posición que mantuvo, incluso, con posterioridad a la oficialización de la ortografía académica en 1927, en su texto La Real Academia española i sus relaciones con sus hijas de América (1943).

A diferencia de algunas de las voces que defendieron la escritura académica, Amunátegui Reyes sostuvo que no existía un quiebre entre la reforma ortográfica iniciada por Andrés Bello y la Real Academia Española, ya que esta institución "no solo ha manifestado opinión favorable a esas modificaciones, sino que estimula a la realización de ellas". Además, indicó que la Academia Española no buscaba legislar en materia ortográfica, sino que el uso señalaría la manera de escribir "de tal modo que si los que escriben, aguardan la autorización académica para efectuar reformas que conceptúan útiles, no las conseguirán jamás, puesto que quedarán encerrados en un círculo vicioso" (La reforma ortográfica: ante nuestros poderes públicos, ante la Real Academia Española i ante el buen sentido. Santiago: Minerva, 1918, p. 64-65).