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Juan Gandulfo Guerra (1895-1931)

Juan Gandulfo Guerra fue uno de los protagonistas de la generación de 1920, tanto por su participación como representante estudiantil, como por su vinculación con el movimiento obrero. Esta cercanía continuó luego de graduarse como doctor, siendo parte de iniciativas educativas y de atención médica para los trabajadores.

Gandulfo nació en 1895 en Los Vilos, hijo de Salvador Gandulfo y Sofía Guerra (Zalaquett, Ricardo. "No es Neruda, sino Gandulfo, el cirujano". Revista Médica de Chile. Número 133, p. 378). Cursó la enseñanza secundaria en el Liceo de Valparaíso y en 1913 inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Chile (Schweitzer, Daniel. "Juan Gandulfo". Babel. Número 48, 1945, p. 18).

En esta universidad, participó como representante estudiantil. Durante el periodo de 1918-1919, fue vicepresidente de la Federación de Estudiantes, junto a Santiago Labarca Labarca (1893-1968), presidente de la asociación, y en 1919 presidió el Centro de Estudiantes de Medicina. En este momento, el joven estableció vínculos con la sección chilena del sindicato Industrial Workers of the World (IWW).

Como parte de la Federación, así como otros estudiantes, Gandulfo participó de diferentes instancias promovidas por la asociación en pro de la regeneración social. Dio clases en la Universidad Popular Lastarria, en la que estaba a cargo de la cátedra de Química y Biología y en la cual, específicamente, enseñó sobre higiene (Riquelme, Carolina; Oñate, Romina; Montoya, Felipe; y Olivares, Antonio. Educación mutua & libre: experiencias educativas estudiantiles de la Universidad de Chile. Santiago: Archivo y Centro de Documentación FECH, 2017, p. 34).

También participó en los órganos de la Federación, Juventud (1911-1951) y Claridad, especialmente en esta última. Sus primeros artículos fueron análisis sobre el asalto a la sede de la asociación estudiantil ocurrido en julio de 1920, los que se publicaron en ambos medios.

En Claridad fue un colaborador frecuente y estuvo a cargo en varias ocasiones de la portada del medio, que desde el segundo número publicado en octubre de 1920 hasta la edición 120 de diciembre de 1923, llevó el nombre "El Cartel de hoy". Gandulfo firmó sus primeros cuatro carteles como "Iván", pero luego utilizó el seudónimo de "Juan Guerra".

"El Cartel de hoy" funcionó como uno de los textos editoriales del medio. Estaba compuesto por una ilustración, una columna de opinión y, en ocasiones, tenía una bajada de título que especificaba el asunto de la portada. Para Sergio Atria: "El cartel es un género de la literatura revolucionaria. Participa del pensamiento y del lirismo y requiere un brío quemante que envuelva la idea en canto y hervor" ("Nuestro Juan Gandulfo". Claridad. Número 140, 1932, p. 5).

En general, los carteles de Gandulfo manifestaron una crítica sobre algún asunto relacionado con la cuestión social y, en varias ocasiones, la ilustración que formaba parte de la portada y dialogaba con sus textos fue creación de Isaías Cabezón (1891-1963). Su primer cartel fue un llamado a la acción de la juventud, en línea con la idea de la generación de 1920 que proclamaba a los jóvenes como líderes del cambio social: "¡Siembra, Juventud! La tierra es propicia, el momento es único. (…) No temas ni a las zarzas ni a la noche. La verdad es llama: quema e ilumina, las zarzas chisporrotearán y tenderán al viento sus enmarañadas cabelleras al sentir tu voz profética, y las víboras serán carbonizadas en su seno" (Iván. "El Cartel de Hoy". Claridad. Número 14, 1921, p. 1).

Gandulfo también colaboró en Claridad con otros artículos firmando con su seudónimo Juan Guerra y también con ilustraciones, que acompañaban sus textos o los de otros colaboradores del medio. En la reaparición de la revista en 1931, luego de un cese de la publicación debido, principalmente, a la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo (1877-1960), Gandulfo continuó colaborando con el medio, pero ya con su propio nombre y mayormente con artículos de corte científico, orientados a la educación sexual. Por ejemplo, en su texto "El aparato genital femenino", desmitificó la relación entre existencia de himen y virginidad en las mujeres pues, las características de esta membrana no eran iguales en todas, por lo que "la existencia o la no existencia del himen no es una prueba absoluta de la virginidad o de la no virginidad, en una mujer" (Claridad. Número 123, 1924, p. 15).

El interés por acercar la medicina a grupos sociales más amplios, especialmente al obrero, lo llevó a ser uno de los fundadores del Policlínico de la organización IWW, lugar en el que trabajó durante la década de 1920. Este servicio autogestionado funcionaba con doctores y estudiantes de medicina y estaba "orientado a cubrir necesidades de salud entre las familias populares", por lo que sus precios "eran sumamente bajos o bien gratuitos" (Muñoz, Víctor. Sin dios ni patrones. Valparaíso: Mar y Tierra, 2013, p. 210-211).

Vinculado a este centro médico y a la IWW, Gandulfo publicó la Hoja Sanitaria¸ revista mensual que apareció entre 1924 y 1927. El medio "proporcionaba de manera exclusiva conocimientos de fisiología y anatomía humana, además de difundir principios básicos de higiene para evitar enfermedades" (Fuster Sánchez, Nicolás y Moscoso Flores, Pedro. "La Hoja Sanitaria de la IWW y la medicalización de la organización obrera en Chile (1924-1927)". La Cañada. Número 3, 2012, p. p. 191-192). En el área de la educación de los trabajadores en el ámbito de salud, su foco fue amplio, pues, además del tema de higiene también aparecieron artículos sobre "salud mental, educación sexual, enfermedades infecto-contagiosas (E.T.S., tuberculosis, viruela, rabia, pediculosis, sarna, tifus exantemático, etc.), temas de pediatría y puericultura, nutrición, salud buco-dental, entre otros" (Pavez, Fabián. "Experiencias autogestionarias en salud: El legado de Gandulfo en La Hoja Sanitaria y el Policlínico de la Organización Sindical Industrial Workers of the World (1923-1942)". Revista Médica de Chile. Número 137, 2009, p. 427).

Además de su labor en el Policlínico, trabajó como cirujano en el Hospital Arriarán, la Asistencia Pública y la Clínica del Dr. Lucas Sierra y "sus principales áreas de interés en la Cirugía Infantil fueron la ortopedia y la cirugía plástica" (Pavez, p. 431).

En diciembre de 1931, Gandulfo falleció a los 36 años en un accidente de tránsito cuando se dirigía con otros amigos a Viña del Mar. Sus compañeros estudiantes de la década de 1920, le dedicaron un homenaje en la edición 140 de Claridad, último número de la revista.