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Casa Comunitaria

Si bien la casa puede ser entendida como el refugio de lo íntimo, no hay una regla que defina la escala de dicha intimidad; habitualmente es individual o familiar, pero también puede exceder esos límites. La condición comunitaria de ciertos espacios domésticos supone formas novedosas de sociabilidad a pequeña escala. Estas casas comunitarias logran expandir la noción de "núcleo familiar" a grupos mayores, permitiendo economías de escala o, incluso, sistemas de cuidado y protección mutua.

  • Población Obrera Unión: Luego de su construcción en 1870, el Edificio de la Población Obrera Unión fue adquirido en 1898 por la filántropa Juana Ross, donado al Obispado de Valparaíso y ocupado por familias obreras, convirtiéndose en el primer ejemplo de vivienda obrera de Chile. Con un carácter marcadamente comunitario -cuenta con variados espacios compartidos, como un patio central, pasillos, una terraza y una sede sindical- el edificio tiene 34 unidades habitacionales, reunidas en cuatro títulos de propiedad compartidos por sus habitantes, quienes se organizaron entre 1997 y 2007 para remodelar un edificio deteriorado por la falta de recursos de sus ocupantes. El año 2018, el fotógrafo francés Arno Brignon pasó más de dos semanas viviendo ahí con una familia, retratando su vida interior y revelando las imágenes junto a los mismos residentes, en un cuarto oscuro provisorio alojado en la sede comunitaria.
  • Quinta Michita: Fue la primera de las comunidades construidas por Fernando Castillo Velasco, planificada para su familia y un grupo de colaboradores que trabajaron con él en la reforma de la Universidad Católica. Esta obra finalizó poco después del golpe de Estado de 1973. El patio trasero comunitario, con acceso desde todas las casas, permitió que se transformara temporalmente en un lugar perfecto para esconder opositores a la dictadura: cuando llegaban a una casa a buscar a alguien, se escabullía por el patio y se ocultaba en otra casa.
  • Largo Viaje: Esta película de 1966 muestra un Santiago en tránsito entre la modernización urbana y los remanentes campesinos que aún se mantenían, como por ejemplo el "velorio del angelito", tradición arraigada en el mundo rural. La cinta evidencia el contraste entre un departamento de clase alta en el eje Bulnes y un antiguo conventillo en las cercanías. La soledad de la mujer de clase alta contrasta con el sentido de comunidad que aparece en el conventillo, al punto de que el padre puede salir y la madre reposar, gracias al acuerdo tácito de que su pequeño hijo será cuidado por su abuelo y sus vecinos. La travesía de un niño, enfrentando la vida cotidiana y los submundos de la ciudad de Santiago hacen de esta obra de Patricio Kaulen un hito del cine chileno.

    Cineteca Nacional Centro Cultural la Moneda

  • Largo Viaje de Patricio Kaulen, 1967


    Minisitio desarrollado en colaboración con Centro Cultural La Moneda en el marco de la exposición Casa Chilena. Imágenes domésticas.