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Vicente Fidel López (1815-1903)

Vicente Fidel López fue un intelectual y político argentino que durante su exilio en Chile entre 1840 y 1853 se desempeñó como director y colaborador en distintos medios periódicos, además de ser educador y haber escrito textos en los ámbitos de la historia y la retórica. Vinculado al Movimiento Literario de 1842, fue "una personalidad con rica formación literaria, jurídica y filosófica, que ejerció una profunda influencia en la juventud chilena" (Fro, Diego. "La cultura filosófica de Vicente Fidel López". Anuario de Filosofía Argentina y Americana. Volumen 8-9, 1991-1992, p. 18).

De formación abogado, en 1837 fue designado secretario de la Academia de Jurisprudencia argentina, con el grado de doctor y bachiller en derecho. En este periodo dirigía una imprenta y enseñaba en la Universidad de Dalmacio Vélez Sarsfield en Buenos Aires. Durante este mismo año participó del Salón Literario formado por el escritor Marcos Sastre (1808-1887), espacio en el que López conoció a otros intelectuales como Esteban Echeverría (1805-1851), Juan Bautista Alberdi (1810-1184) y Juan María Gutiérrez (1809-1878) y también fue organizador de la Asociación de Mayo en 1838 (Swiderski, Graciela y Zavaglia, Rosana. "Prólogo". Archivo y colección "Los López": Vicente López y Planes, Vicente Fidel López, Lucio Vicente López. Buenos Aires: Archivo General de la Nación, Documentos Escritos, 1999, p. 1).

Como otros escritores de la Generación argentina de 1837, fue un opositor al gobierno de Juan Manuel de Rosas (1793-1838), por lo que tuvo que dejar su país natal. Estos intelectuales fueron jóvenes que "aprovecharon los largos períodos de inactividad del destierro para plasmar su ideal romántico en la literatura y delinear simultáneamente un proyecto nacional, a partir de la noción básica de soberanía de la clase letrada" (Swiderski y Zavaglia, p. 1).

López viajó rumbo a Chile a inicios de 1840, en donde se dedicó a la enseñanza y al periodismo, haciendo de la prensa, según Norberto Pinilla, "una cátedra desde la cual enseña a sus contemporáneos" (La generación chilena de 1842. Santiago de Chile: Editorial Manuel Barros Borgoño, 1943, p. 77-79).

En 1842 fue director de la Revista de Valparaíso, medio desde el cual varios de los intelectuales argentinos que estaban proscritos en Chile mostraron anónimamente su oposición a Rosas (Alvarado, Marina. "Las revistas del siglo XIX como agentes del exilio: el caso de Camilo Henríquez y algunos argentinos del 37". Revista de Humanidades. Número 31, p. 209). En esta revista, López, además, inició su participación en la polémica del romanticismo con su artículo "Clasicismo y romanticismo", que apareció en mayo de 1842. Posteriormente, López continuó interviniendo en la controversia desde las páginas de la Gaceta del comercio.

Colaboró también en El Progreso (1842-1853), periódico santiaguino dirigido -entre 1842 y 1845- por su compatriota Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), con su narración histórica por entregas "Alí Bajá", en marzo de 1843. Meses después, publicó otra narración de corte histórico en el folletín del periódico El Observador Político (1843): "La novia del hereje o la Inquisición en Lima"; aunque de forma inconclusa. Esta novela histórica fue editada en 1854 como libro.

Junto a Sarmiento en 1843, fundó la "casa de estudios" llamada El Liceo, de la que ambos fueron profesores y en la que también enseñó Francisco Bilbao (1823-1865) (Pinilla, p. 83).

En paralelo a su participación en la prensa, López publicó estudios en el ámbito de la historia. En 1845, apareció su Compendio de istoria de Chile, destinado a la educación primaria ("La normatividad genérica en la construcción del Estado chileno: el Curso de Bellas Letras de Vicente Fidel López (1845)". Recuperado de Cuadernos del Sur. Letras. Número 35-36, 2005, consulta: agosto de 2020). En esta misma línea de trabajos históricos también se publicó en los Anales de la Universidad de Chile su memoria de titulación Sobre los resultados generales con que los pueblos antiguos han contribuido a la civilización de la humanidad (Pinilla, p. 78-79).

En este mismo año se editó su Curso de Bellas Letras, manual de retórica escrito para ser empleado por los estudiantes del Instituto Nacional, institución de la que fue profesor ocupando el puesto dejado por José Victorino Lastarria (1817-1888) (Hurtado, Edda y Doll, Darcie. "El Instituto Nacional como eje de la construcción del ciudadano escritor". Revista de Humanidades. Número 33, 2016, p. 72).

De regreso a Argentina en 1852, López ocupó cargos públicos como rector de la Universidad de Buenos Aires y fue Ministro de Hacienda, además de continuar su labor como historiador (Pinilla, p. 83-84).