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Cuarteto de Cuerdas Dionisyos

Entre 1916 y 1925 Cotapos vivió en la ciudad de Nueva York. En este lugar escribió tres obras inspiradas por el mito de Dionisio en su versión nietszcheana. La elección de este tema no fue casual: Dionisio, que en la interpretación latina es llamado Baco, creció lejos del Olimpo y, en contraposición con el orden mitológico apolíneo, entregó su vida al éxtasis y los bacanales, convirtiéndose en el Dios del Vino. Es decir, Dionisio simboliza lo impulsivo, lo instintivo, lo orgiástico y extático, contraponiéndose a la serenidad, la claridad y la medida racional de las cosas. Esta fue, en cierta forma, una elección temática que obedeció a la contraposición o rechazo que sentía Cotapos hacia la imitación estilística que se vivía en Europa y Norteamérica durante el primer cuarto del siglo XX, con la expansión del expresionismo, el impresionismo y el neoclasicismo.

La primera de estas obras fue L' Avènement de Dionisyos, festival sinfónico a cuatro partes o episodios escrito en 1924, donde por primera vez Cotapos abordó la escritura para gran orquesta aunque la obra está sólo en calidad de borrador. La segunda, también escrita en 1924, fue la Sonata Dionisíaca (posteriormente llamada Sonata Fantasía) que el musicólogo chileno Luis Merino ha definido como "la obra de mejor factura y mayor madurez escrita en Nueva York". Cierra el ciclo dedicado al mito el Cuarteto de Cuerdas Dionisyos o String Quartet, como señala el manuscrito original.

El Cuarteto de Cuerdas fue escrito por Cotapos cerca del año 1925, lo que puede inferirse de los testimonios dejados por el compositor e investigador chileno Pablo Garrido ("Acario Cotapos ha conquistado las capitales de la música", Las Últimas Noticias, 22 de junio de 1939, p. 6) y el musicólogo Vicente Salas Viú (La Creación Musical en Chile 1900-1951. Santiago: Ediciones de la Universidad de Chile, c. 1951, p. 190). El manuscrito original se mantuvo extraviado desde una fecha desconocida hasta el año 2002, cuando el proyecto discográfico "Jóvenes Intérpretes de Música Chilena", liderado por Christian Spencer E., Juan Pablo Aguayo y Fabio Pérez, encontró los originales investigando otros repertorios.

Debido a que el catálogo de Acario Cotapos contiene en su mayor parte obras vocales, la importancia de esta obra es capital. Al igual como ha ocurrido con otros compositores universales dedicados a la expresión vocal en la música -Berlioz, Verdi o Wagner- sus obras instrumentales son indispensables para comprender el pensamiento musical abstracto del compositor, ya que su formato exige gran economía de medios, posee homogeneidad tímbrica, alta capacidad expresiva y pone a disposición del compositor una paleta de recursos sonoros. Musicalmente, en este cuarteto perviven al menos tres principios: la destrucción del fundamento fraseológico tradicional, la presencia de una red de relaciones armónicas intricadas que permiten dar conducción al drama y, finalmente, la concepción de la tonalidad como un elemento más de la música, no como centro de partida y llegada del material sonoro.