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traducción

La labor de traductora acompaña la trayectoria de Adriana Valdés desde sus inicios. Desde 1975, como traductora de la Cepal, y hasta la actualidad, la autora ha trabajado la traducción tanto como una forma de lectura así como ejerciéndola sobre textos literarios y estéticos en inglés y francés. En 2003 recibió el Premio de Traducción otorgado por la Universidad Católica y la Asociación Gremial de Traductores de Santiago. Respecto los alcances del arte de la traducción, Valdés afirma:

"Al ser simple lector de literatura, uno ni siquiera está consciente de todas las impresiones que está recibiendo. Pero hacer una traducción de un buen texto literario es leerlo como no lo has leído en tu vida, es darse cuenta de las inmensas capacidades que se están desplegando en ese lenguaje. Si pensamos en el lenguaje oral, o el escrito cotidiano, como un movimiento parecido al caminar, el del texto literario es como una danza (ésta es una comparación ya venerable, y literaria también). Y es eso lo que una buena traducción literaria quisiera captar, y ser capaz de reproducir. Siempre se pierde algo o mucho. Pero es un ejercicio notable de lectura, independientemente de cuales sean sus resultados" (Adriana Valdés, "Abrirse a la experiencia de lo extraño" (entrevista). El Mercurio, 22 de noviembre, 2003, p. 4).