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narrador

El universo narrativo de Alfonso Alcalde está poblado por personajes marginales como pescadores, ahumadores de pescado o payasos cesantes, que sobreviven alegremente en un medio de pobreza y desamparo. Un imaginario literario que se materializa, por ejemplo, en el ambiente del circo pobre que itinera por las provincias de Chile. Al respecto, Alcalde señaló: "Parte de mi trabajo es sobre el circo, pero no ocurre dentro del circo. No están los payasos haciendo su número, ni la mujer de goma el suyo, mi obra empieza cuando el circo termina. Por que el circo entronca con una simbología de la vida, no hay acrobacias ni chistes de payasos, el chiste lo hacen con la vida" (De la Fuente, Antonio, La Bicicleta, (7): 21-24, julio agosto, 1980).

Como cuentista, Alcalde logró el reconocimiento de la crítica y una discreta aceptación popular. Su colección de cuentos de mayor éxito fue El auriga Tristán Cardenilla, publicada en 1968. El cuento que da título al libro había obtenido en 1966 el premio único del concurso que organizaba el diario El Sur y terminó convirtiéndose en su obra más reconocida.

En estos y otros relatos se muestra como un narrador diestro, que retrata lo más patético y burlesco del carácter chileno, a través de personajes atorrantes, derrotados, vagabundos y borrachos; antihéroes que, sin embargo, dibuja con conmiseración y afecto.

Otro de sus títulos emblemáticos fue Las aventuras de Salustio y Trúbico, publicado en la colección Minilibros Quimantú, en 1973. Salustio y Trúbico son dos personajes pícaros y andariegos a quienes les ocurren toda clase de desventuras y chascarros. Anteriormente había publicado los cuentos de Alegría provisoria y su novela Puertas adentro, que apareció en Uruguay bajo el sello Arca.

El crítico Hernán del Solar escribió en El Mercurio en febrero de 1969: "Lo de veras tortuoso es la visión de la vida del solitario Alcalde. La extiende a lo largo de unas existencias condenadas a una soledad sin remedio, a una inexpresividad endemoniada, a un fatalismo que sobrelleva sin asomo de rebeldía, sabedor de que todo posible cambio de destino es para otras vidas, para otros hombres y mujeres capaces de darle a sus días otro rumbo...".