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poeta

Alfonso Alcalde ingresó a la literatura nacional en 1947 con su poemario Balada para la ciudad muerta, publicado bajo el auspicio de Pablo Neruda, quien escribió un elogioso prólogo, saludando al joven poeta. Alcalde, sin embargo, se encargó de destruir buena parte de esta edición, que contaba con ilustraciones de su gran amigo, el pintor Julio Escámez. A través de este acto simbólico, el autor buscaba desvincularse de la influencia de Neruda antes de emprender la escritura de un proyecto poético de dimensiones formidables: El panorama ante nosotros, publicado en 1969. Ese mismo año publicó su trabajo Ejercicios sobre el tema de la rosa, con el cual demostró su versatilidad como poeta, al componer un conjunto de sonetos de factura clásica, herederos tardíos de la lírica del Siglo de Oro español.

El panorama ante nosotros -volumen que conoció una primera difusión parcial a través del libro Variaciones sobre el tema del amor y de la muerte, publicado en 1963- es un poema épico que abarca cientos de años en más de cien mil versos. Estos giran en torno a un personaje central, Hilario, que es una reencarnación mítica de Lautaro, el héroe mapuche. El autor pasó más de veinte años escribiendo esta obra monumental -que en su versión publicada se abrevió hasta alcanzar las trescientas páginas- y mantuvo con ella una relación ambigua de amor y odio. Como señaló el crítico literario Ignacio Valente -quien fuera uno de los primeros críticos en reconocer el genio poético de Alcalde-, en su obra bulle una tensión continua, fruto de la conciencia de que "la penosa y raída condición humana sólo es redimible por el amor, un amor lleno de muerte y que no sobrevive a ella, pero que, en todo caso, dota a sus malogrados protagonistas de cierta grandeza trágica y de cierta ternura heroica".

Este mismo crítico observó que "en medio de pasajes largos, erráticos e imprecisos, el mejor lenguaje de Alcalde estalla aquí y allá en hallazgos fulgurantes, en pasajes torrenciales, que contienen una carga subterránea emotiva, turbulenta, en torno a los dos polos permanentes: su obra entera podría llamarse Variaciones sobre el tema del amor y la muerte" (Valente, Ignacio. "Alfonso Alcalde Poemas de Amor y muerte", El Mercurio, 20 de junio, 1998, p. 5 (Suplemento Revista de Libros)).