Cristián Zegers plantea que se han tejido diversas conjeturas sobre el gobierno de Aníbal Pinto. Explica, por ejemplo, que José Manuel Balmaceda creía que si no se hubiera desencadenado la Guerra del Pacífico, su administración podría haber terminado en revolución, debido a las violentas luchas políticas entre un sector del parlamento y el Ejecutivo. A juicio del autor, la opinión de Balmaceda no estaba del todo errada, si se consideran aspectos claves como la grave crisis económica, la inacción durante el inicio del conflicto bélico y los fuertes desacuerdos "entre las diez y tantas facciones en que se dividía el mapa político" (Zegers, Cristián. "Historia política del gobierno de Aníbal Pinto", Historia, (6): p. 119, 1967).

Por otra parte, Aníbal Pinto debió soportar la oposición implacable de Benjamín Vicuña Mackenna, su contendor por el sillón presidencial, quien reaccionaba con una singular agresividad hacia el mandatario.

Los juicios apasionados de Vicuña Mackenna no hacen justicia a la gestión de Pinto como gobernante. No obstante, la prensa de la época hizo caudal de los juicios de Vicuña Mackenna y terminó por destruir la intocabilidad pública que tenía hasta entonces el Presidente de la República.