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Grandes cuentos chilenos del siglo XX

Según Camilo Marks, artífice de esta antología, la grandeza de estos cuentos reside en que "han resistido el paso del tiempo, se leen y releen con intensificado placer, generan auténtico goce estético, a veces sorprenden de manera muy grata y, en ocasiones, llegan a causar admiración o júbilo en el lector" (Grandes cuentos chilenos del siglo XX, 2004, p. 11). Para el académico Rodrigo Cánovas "estamos en presencia de una antología estricta, confeccionada con gran rigor, pensada para quienes leen por placer, lo cual no significa que lean cualquier cosa" ("¿El canon de Camilo Marks?", El Mercurio, suplemento Revista de libros (Santiago), 3 de agosto, 2002, p. 3). Ambos coinciden en que el deleite que brindan al lector es el denominador común de los relatos escogidos: desde ese criterio se construye, en este caso, el canon.

Por su parte, la crítica literaria Patricia Espinosa sostiene que esta antología es la primera que aborda y problematiza la dimensión comercial de la literatura: "Creo que es la primera antología donde abiertamente se establece la importancia del cruce literatura/mercado; prefigurando con ello, la cercana desaparición del género. Tal vez el futuro antológico, no sea más que presentar autores y títulos, dejando al lector el trabajo de rastrear las fuentes" (Espinosa, Patricia. "Una selección entre muchas posibles", Rocinante, 2002, p. 17). Ello debido a las trabas que debió sortear Marks durante el proceso de selección y compilación de los cuentos, varios de los cuales resultaron finalmente excluidos de la muestra fruto de conflictos de intereses entre las editoriales depositarias de los derechos de algunos de ellos --como los de Manuel Rojas y María Luisa Bombal-- y la encargada de publicar la antología.

Los cuentos que componen este volumen (edición 2002 y 2004) son: "Juancho" de Marta Brunet, "Últimos días de nuestro vecino" Jaime Collyer, "La gallina de los huevos de luz" de Francisco Coloane, "¡Oh!, colibrí" de Gonzalo Contreras, "El cumpleaños del señor Balande" de Adolfo Couve, "Adivinanzas" de Poli Délano, "En provincia" de Augusto D'Halmar, "El hombrecito" de José Donoso, "Cumpleaños feliz" de Jorge Edwards, "Pelando a Rocío" de Alberto Fuguet, "La señora" de Federico Gana, "El conferenciante" de Claudio Giaconi, "Necesidad de compañía" de José Santos González Vera, "Carta al papá" de Carlos Iturra, "La camarera" de Marta Jara, "El prisionero" de Fernando Josseau, "Para Eva" de Enrique Lihn, "Los inválidos" de Baldomero Lillo, "Eloísa" de Rafael Maluenda, "Arenas vacías" de Germán Marín, "Pandora" de Ana María del Río, "El banquete" de Francisco Rivas, "Entre las cosas lo primero es el mar" de Antonio Skármeta y "Rododendro" de Hernán del Solar.

Para la edición de 2007, Camilo Marks incluyó además los cuentos "¡Pobre feo!" de Eduardo Barrios, "Iniquidades de Chu Yuan" de Marta Blanco, "Las viejas compasiones" de Germán Marín y "El papá de la Bernardita" de Mauricio Wacquez.