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dibujante y caricaturista

Antonio Romera fue un prolífico caricaturista y dibujante. Esta veta se abrió en Francia, donde fue nombrado miembro de la Societé des Humoristes Français. En Chile sus dibujos se hicieron famosos en el café Miraflores de Santiago, lugar de encuentro de muchos intelectuales de la época -particularmente de los españoles refugiados-, donde exhibía sus caricaturas. Sus dibujos eran de líneas sintéticas y trazos sueltos, composiciones simples pero tensas, donde predominaba la línea de contorno. En algunas ocasiones incorporaba superficies completamente negras -como solución gráfica para representar, por ejemplo, el cabello de los personajes- o algunos adornos en achurado, más bien escasos. Muchas veces apelaba al recurso gráfico de no completar las líneas de contorno de las figuras o dibujar solo parcialmente los rasgos del personaje, manteniendo así cierto grado de abstracción e invitando al espectador a completar la imagen. Las narices con sus puntas cortadas es un ejemplo de ello, las cuales incluía para conferir cierto aire de nobleza y autoridad a sus personajes.

Dentro de sus caricaturas figuran representaciones de célebres personajes de la política, la literatura o el arte, pero también estampas de sujetos y situaciones humorísticas cotidianas, a las que inyectaba su aguda percepción de la actualidad. Colaboró con sus dibujos para diversos diarios como El Mercurio, Las Últimas Noticias y La Nación, donde su sección se denominó "la silueta de la semana". También realizó caricaturas para la revista Atenea.