Jorge Montt ingresó a la recién refundada Escuela Naval, en 1858. Formó parte de la misma promoción de Arturo Prat y Carlos Condell, llamada "el curso de los héroes". Durante su dilatada trayectoria, participó en la expedición de Chiloé y las islas Chinchas y en el combate de Papudo durante la guerra con España. Asumió como ayudante de la Dirección General del Departamento de Marina en 1876 y después como comandante de la Esmeralda. En la Guerra del Pacífico, tomó parte en el Combate de Angamos, el Asalto y Toma de Pisagua, el bloqueo de Iquique y el bloqueo de Arica. Al acabar el conflicto, era el comandante de la Escuadra. Viajó a Europa en 1884, y cuando regresó, tres años después, fue nombrado gobernador marítimo de Valparaíso.

Opositor a Balmaceda y disponible desde que aquel interrumpiera su carrera en 1890 retirándolo de la Gobernación Marítima de Valparaíso, encabezó la sublevación de la Escuadra en 1891. Negándose los altos mandos a dirigir el movimiento, su prestigio permitió atraer a los mandos medios. Junto a los políticos Ramón Barros Luco y Waldo Silva, formó parte de la Junta de Gobierno antibalmacedista instalada en el Norte. Una vez obtenido el triunfo, y trasladada la Junta a Santiago, Montt entró triunfalmente a la capital y asumió como Presidente de la República en forma provisoria, hasta que resultó electo oficialmente el 26 de diciembre de 1891.

Como Jefe de Estado, decretó leyes de amnistía para los balmacedistas y reforzó las formas y el poder del parlamentarismo o asambleismo chileno, dando mayores atribuciones al Poder Legislativo. De hecho, los partidos representados en el Congreso adquirieron tal poder que, en la práctica, Montt ofició como Jefe de Estado honorífico, cuya verdadera misión era no involucrarse en el juego de partidos. Sin embargo, su obra más significativa fue en lo administrativo al crear el Consejo de Defensa Fiscal. En lo económico, remató las salitreras a los capitales extranjeros para contratar nuevos empréstitos y decretó la ley de conversión metálica. En el ámbito militar, modernizó la organización y el material de guerra, ampliando significativamente la dotación del Ejército en 1892. También aumentó la fuerza naval con la llegada de las naves atrasadas por la guerra civil, inauguró la Escuela Naval del cerro Artillería en 1896, mandó edificar nuevos apostaderos navales y diques secos, y adquirió diversos tipos de buques.

Aún como Presidente, continuó dirigiendo personalmente la Armada. Para su organización, estableció un poderoso Director General y un Consejo naval, lo que refrendó la autoridad de la oficialidad -de tradición aristocrática- sobre los profesionales provenientes de las clases medias, y sobre la gente de mar, de origen popular. Ello diferenció a la Marina del Ejército en el siglo XX.

Montt dejó La Moneda en 1896 y al regreso de Europa se desempeñó como Director General de la Armada hasta 1913. Incansable, asumió como alcalde de Valparaíso entre 1915 y 1918, cargo que le trajo algunas críticas. Murió en Santiago el año 1922.