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Tradición Costera

La tradición arquitectónica costera se inicia durante fines del II milenio antes de Cristo. Se trata del primer indicio de sedentarización con un patrón aldeano y está representado en el sitio Caleta Huelén 42, ubicado en la desembocadura del río Loa.

Con construcciones muy sencillas, la arquitectura costera del Norte Grande corresponde a pequeñas aldeas en expansión. La arqueología ha definido esta expresión constructiva como Complejo Quiani en la costa tarapaqueña.

La arquitectura durante en este período adiciona innovaciones a la tradición arquitectónica regional que proviene de finales del Período Arcaico, como son los pisos selladores de argamasa, una mezcla de ceniza de algas, entre los cuales se coloca a los muertos. De esta manera, los recintos habitacionales también funcionaban como estructuras funerarias y, consecuentemente, el origen de la arquitectura en la costa posee un nexo directo con el culto a los antepasados.