Continuador de la obra de Brunet de Baines y Hénault, fue enviado a Francia por el gobierno en 1860 a perfeccionar sus conocimientos. De su estadía en este país proviene su fascinación por el estilo Historicista, el que puede apreciarse en el proyecto que presentó para el cerro Santa Lucía. A su regreso de Europa fue nombrado arquitecto del Ministerio de Industrias y Obras Públicas por el gobierno de Manuel Montt, siendo el primer chileno en ocupar ese cargo. Continuó con las obras del Congreso Nacional hasta su finalización en 1883. Desde 1865 se encargó de la cátedra de arquitectura de la Universidad de Chile. Entre sus obras se encuentran la modificación de la fachada de la Recoleta Domínica y dos casas: el palacio de José Tomás Urmeneta, símbolo del enriquecimiento minero, derribado en 1929; y el palacio de La Alhambra, inspirado en el complejo arquitectónico de La Alhambra, situado en Granada, España, por encargo de Francisco Ossa Mercado. Junto a Fermín Vivaceta, inició el diseño del Mercado Central.