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tres siglos de producción artística

Para el historiador Alfredo Benavides, el arte chileno antes de la Independencia se puede caracterizar en cuatro períodos. El primero, transcurre desde el descubrimiento hasta el año 1550; el segundo, al que se refiere como "renacimiento clásico", se extiende desde 1550 hasta 1600 y está encarnado por el pintor Juan de Herrera; el tercero, el "barroco", va desde 1600 a 1750 y el cuarto, la "reacción clásica", de 1750 a 1850. Los períodos definidos por Benavides son una adaptación de la historización europea del arte, por lo que los conceptos de renacimiento, barroco y clásico deben ser considerados únicamente como términos referenciales para hablar de un modo de representación y en ningún caso como una reproducción directa de los estilos o movimientos europeos.

Eugenio Pereira Salas, en cambio, realiza la siguiente cronología del arte chileno previo a la independencia: un primer período inicial de 1541 a 1647, un segundo período barroco de influencia peruana, desde 1647 a 1700, un tercer período de hegemonía jesuita desde 1700 a 1756 y un cuarto período de reacción neoclásica desde 1756 a 1810.

Isabel Cruz, una historiadora del arte con una formación más contemporánea, establece una periodización menos rígida en la que señala la escasez de producción artística local hasta mediados del siglo XVII pero sosteniendo además la dificultad de caracterizar el arte chileno si no es a partir de la historia de mayor envergadura del arte producido más al norte, en Cuzco y otros centros de gran producción artística.