La editorial fue un espacio notable en este período, no sólo porque allí Durand expuso sus ideas sobre la literatura, contextualizando la discusión teórica de esos años, sino porque ésta dio identidad a cada uno de los números. Si se reunieran todas estas editoriales, se descubriría que el pensamiento de Luis Durand osciló entre los siguientes temas: abrir la literatura chilena a Latinoamérica para generar un intercambio cultural; crear nuevos espacios sociales que protejan al artista y sus obras, tales como la fundación de una Casa y un Consejo de Cultura, y estimular la práctica crítica con el fin de formar contextos de discusión literaria.