La zona costera de Aysén ha sido siempre una zona de difícil poblamiento humano. Sin embargo, la densa vegetación, el frío y las interminables lluvias, que llegan a superar los 4.000 milímetros anuales, no fueron obstáculo para las bandas de chonos y kawéskar que surcaron los canales desde muchos siglos antes de la llegada de los españoles a Chile. En los siglos XIX y XX, sus sucesores fueron chilotes atraídos por la explotación maderera y posteriormente por la pesca, los que se establecieron en algunos pequeños poblados como Melinka, en el archipiélago de las Guaitecas. No obstante, hasta ya entrado el siglo XX el único centro urbano de importancia fue Puerto Aysén, creado en 1913 por la Sociedad Industrial de Aysén para servir como puerto de salida a la producción ganadera del interior.