Subir

A deshora

Este texto, uno de los tres que Efraín Barquero publicó en Santiago en 1992 al regresar de su exilio, fue escrito en Francia entre 1979 y 1985. En el las diferencias con respecto a su poesía anterior son notorios. En palabras de Hernán Miranda, se trata de "una poesía que no busca un efecto fácil, que es multívoca, reflexiva, abierta, distante, que alude más a lo genérico y abstracto que a anécdotas precisas".

Con un manejo más económico del lenguaje, que recuerda la simpleza de ciertas láminas chinas, Barquero continúa sin embargo afinando lo que parece ser una de sus tesis de creación fundamentales: que el hombre es parte de una gran tribu original, donde la tradición se transmite por la memoria, la palabra y el silencio.