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Jerga propia

A principios del siglo XX los intelectuales chilenos comenzaron a prestar atención a la cultura popular. Gracias al esfuerzo de Rodolfo Lenz y otros estudiosos, se comenzaron a reunir relatos campesinos tradicionales, poesía popular urbana y el léxico de los sectores bajos de la sociedad. En 1910, el folclorista Julio Vicuña Cifuentes publicó un estudio sobre la jerga carcelaria -denominada coa-, el que se convirtió en un importante documento sobre el mundo del hampa chilena. En 1934 el abogado Aníbal Echeverría, quien conoció a fondo las cárceles del norte del país, publicó otro estudio sobre el coa.