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recopilaciones y antologías

La poesía de Carmen Berenguer ha aparecido en diferentes antologías de corte genérico, político y territorial. En 1985 sus poemas figuraron en la Antología de la nueva poesía femenina chilena de Juan Villegas y, dos años más tarde, en La mujer en la poesía chilena de los '80, que agrupa a poetas como Alejandra Basualto, Eugenia Brito, Teresa Calderón, Soledad Fariña, Elvira Hernández, Paz Molina y Verónica Zondek, entre otras.

En 1993 es antologada en Poesía territorio actual y el año 1998 en Mujeres poetas de Chile, de Linda Irene Koski, y Antología de poetas chilenos: confiscación y silencio, editada por Eugenia Brito. Esta última afirma que tanto Berenguer, como Rosabetty Muñoz y Malú Urriola, "logran hacer entrar al espacio literario, situaciones, relaciones, que no aparecen reveladas en la historia más que como cálculos estadísticos" (Brito, Eugenia. "Prólogo", Antología de poetas chilenos: confiscación y silencio, p. 10). No obstante, a pesar del lugar que ocupa Berenguer en esta época y en la poesía chilena, resulta llamativa su ausencia en la antología Veinticinco años de poesía chilena: 1970-1995, trabajo a cargo de Teresa Calderón, Lila Harris y Tomás Harris.

Los poemas de Berenguer también fueron incluidos en Une Antologie (2004) de Henry Deluy, en Nueva poesía hispanoamericana (2006) del peruano Leo Zelada y en Poesía chilena desclasificada de Gonzalo Contreras. Esta última antología "sobresale por la presencia de autores muy disímiles -algunos inencontrables- que escribieron durante el régimen militar" (Marks, Camilo. "Bajo estado de sitio", p. 3).

Por otra parte, la poesía de Carmen Berenguer ha vuelto a ganar prominencia en virtud de nuevas ediciones y selecciones que se han publicado de su obra. Entre ellas cabe destacar La gran hablada (2002), que agrupa los poemarios Bobby Sand desfallece en el muro, Huellas de siglo y A media asta; Chiiit, son las ventajas de la escritura. Antología poética (2008); La casa de la poesía (2008), un fragmento de su libro Naciste Pintada; y, por último, la reedición de Huellas de siglo (2010).