El material fílmico posee una característica fundamental: se deteriora con el paso del tiempo. Por ello la mayor parte de las películas chilenas de la época muda no podrán ser vistas jamás. Sin embargo no todo responde al paso del tiempo sobre el celuloide, también se ha perdido notable material por acción directa de sus dueños u organismos del Estado. Las historias de incineración de película o de reconversión de celuloide para fabricar peinetas son lamentablemente ciertas. En este contexto, naturalmente, la conservación del patrimonio fílmico nacional ha sido una tarea difícil. La labor la llevan a cabo diversas instituciones, estatales, pero básicamente particulares, como universidades, o personas naturales como la montajista Carmen Brito. Sin embargo, de todas estas iniciativas destaca la Fundación Chilena de Imágenes en Movimiento, que lleva más de una década trabajando por la conservación y restauración de material fílmico nacional. Es la única institución del país con bóvedas climatizadas, en las que conserva más de 300 títulos, los más antiguos de la década de 1910, provenientes de diversos archivos, de donantes voluntarios o de directores de cine. En esas bóvedas se conserva incluso material en nitrato de celulosa, el primer soporte de la historia del cine, tremendamente inflamable. Además de la conservación, la Fundación realiza labores de restauración, en coordinación con la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). Sin embargo, esta labor no ha alcanzado un nivel adecuado, debido al alto costo del proceso. Por una parte se debe restaurar el soporte físico (el film de celuloide), cuestión que realiza la Fundación, y por otra se debe efectuar una restauración editorial del material, es decir recomponer la calidad de la imagen misma, sus colores, su nitidez, su brillo. Esta última labor se realiza en el extranjero, en Italia, Alemania o México. Su alto costo (es un proceso esencialmente digital) y la falta de retorno económico del producto final hacen que sea una labor muy difícil de financiar.