Con selección y edición de Andrés Braithwaite y prólogo de Álvaro Bisama, la antología Dicho sea de paso reúne lo mejor de la obra de Bertoni publicada hasta el 2005. Los libros incluidos son El cansador intrabajable I, El cansador intrabajable II, Sentado en la cuneta, Ni yo, De vez en cuando, Una carta, Jóvenes buenas mozas, Harakiri y No faltaba más. Además, se suma una breve sección de poemas inéditos y dispersos. Bisama afirma: "Claudio Bertoni edifica su obra sobre una memoria -pública y privada, virtuosa y tediosa, concreta y trascendente- de la que no puede despegarse y a la que no le queda otra que ser registrada en papel. Para ello traza viñetas donde la ternura se une con el miedo ("eres / cuatro / segundos / más viejo") y las epifanías se amalgaman con el tedio ("me siento / extraordinariamente bien / cuando en la micro / soy el más alto / de los pasajeros de pie"). Sobrepreocupado de sí mismo, obseso con su cuerpo y su envejecimiento, extraviado o presa del pánico, alumbrado por una sabiduría en cierta forma involuntaria, el hablante de los poemas de Bertoni aparece de manera rasante en el momento exacto de la lectura, anotando así las señales de una realidad que puede maravillar o provocar el caos. Para ello vadea cualquier metáfora, evita el lirismo y desprecia toda épica. Prefiere no actuar ni, menos, juzgar. Elige sentarse en la vereda a observar" (Bisama, Ávaro. "Prólogo", Dicho sea de paso. Santiago de Chile: Eds. Universidad Diego Portales, 2006, p. 8-9).