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La sombra inquieta (1915)

En 1915, Alone (1891-1984) publicó el libro La sombra inquieta, con el subtítulo de "Diario íntimo". La obra ha recibido atención de la crítica literaria en artículos de diarios y revistas en los momentos de aparición de las distintas ediciones del libro durante el siglo XX.

El libro de Alone fue publicado al año siguiente del fallecimiento de la escritora Mariana Cox. Un tiempo antes de la muerte de la autora, "salió a la luz un libro en el que su figura aparecía profundamente desprestigiada. El escándalo social que siguió indujo a Alone a publicar La sombra inquieta con el objeto de limpiar la memoria de la escritora". No existe, sin embargo, acuerdo de la crítica respecto a cuál es el libro que desprestigió a Mariana Cox. Se han planteado al menos tres alternativas: La Cachetona (1913) de Tomás García Martínez (1883-1943), en el que "se desacreditaba a ciertas mujeres de clase alta liberadas y se afirmaba que Mariana Cox habría mantenido relaciones con el autor" (López Cotín, Olga. La novela femenina en Chile. Tesis para optar al grado de Doctora en Filosofía. The University of Michigan, 1993, p. 60); Los héroes moribundos (1910) de Leonardo Penna, seudónimo de Ignacio Pérez Kallens (1877-1935) (Espinosa, Patricia. "El amor de Alone". La Época. 10 agosto 1997, p. 5.); y Yo (1909) del mismo autor (Amaro, Lorena. La pose autobiográfica: Ensayos sobre narrativa chilena. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2018).

El subtítulo del libro de Alone, "Diario íntimo", ha suscitado la pregunta por el carácter genérico de la obra entre la crítica. Juana Quindos (1888-1952), bajo el seudónimo de Ginés de Alcántara, publicó un artículo sobre La sombra inquieta en el que se preguntó: "Esas páginas, ¿son realidad o fantasía? ¡A saberlo! Es potestad del autor saber mentirnos realidades" ("La sombra inquieta". Sucesos. Año XIV, número 696, 20 enero 1916, p. 24). Alone señaló en el prólogo de la obra que "no es una novela, por constituirse de hechos reales y efectivos. Luego, sin embargo, opta por calificarla de 'novela en clave'. Se trata, en definitiva, de una experiencia de amor juvenil fallida vivida por Hernán Díaz. La tarea de escribir el libro surge así, tras la muerte de la amada hundida en el descrédito social, como un modo de vengarla y a la vez rendirle homenaje" (Espinosa, p. 5).

Según Leonidas Morales (1937-2019), el libro es una novela que toma la forma de un "diario íntimo ficcionalizado". A pesar de ello, para el crítico "la ficción no le cierra las puertas a la realidad. Es ya un lugar común de la crítica sostener la existencia de una fuerte correspondencia entre los personajes de esta novela y sus soportes en la realidad. Se narran en ella los detalles de una suerte de 'amor platónico' entre un joven de 18 años y una mujer de 48, cuyos modelos, en la realidad, serían el propio Alone y Mariana Cox, una bella mujer, escritora y artista, de vida conyugal fracasada" (Morales, Leonidas. "Alone: diario de un lector". Anales de Literatura Chilena. Número 20, 2013, p. 54).

En su momento de publicación, la obra causó polémica, pues en ella "aparecían mencionados miembros de la alta sociedad santiaguina que, con otros nombres, se vieron reflejados y criticados en el texto, lo que produjo una inmediata reacción ante el libro y creó opiniones encontradas en las que se cuestionaba el derecho a exponer a la luz tales figuras, así como la intimidad de algunas de las cartas que Mariana Cox envió a Alone y que aparecían transcritas en el texto". En la segunda edición de La sombra inquieta, publicada en 1916, se recopilaron varias de las críticas que se hicieron al libro, entre las que se incluyó una de Gabriela Mistral (1889-1957), quien agradeció al autor el "acto de limpiar" la memoria de la escritora con su libro (López Cotín, p. 60-61). Mistral, posteriormente, dedicó, además, tres sonetos al libro (Perry, David. "La sombra inquieta". En viaje. Número 189, julio 1949, p. 74).

Con motivo de la tercera edición de La sombra inquieta, Luis Oyarzún (1920-1972) publicó un artículo sobre la obra. En él, indicó que el valor literario del libro "desaparece al lado de lo que la obra significa como síntoma sociológico, como documento que nos permite entrever la interioridad viva de una época pasada de nuestra historia social". En este sentido, el crítico destacó que este "diario íntimo" podía dar una idea de lo que fue la sociedad santiaguina aristocrática de inicios de siglo: "La sociedad llega hasta muy adentro de las almas individuales y en estas puede ser también observada y seguida. El contacto con una sola personalidad realmente viva puede darnos una visión histórica, cuya misma parcialidad es condición de su riqueza". Además, Oyarzún observó que se puede apreciar en los personajes del libro, al pertenecer "a nuestra aristocracia cultivada", "algunas de las grandes transformaciones espirituales que iba a traer consigo el nuevo siglo, forman parte del grupo de los primeros chilenos en quienes se verifica la liquidación del siglo XIX y, aunque sean personas excepcionales, cuyos problemas no tienen aparentemente relación con los contenidos generales de la vida de otras clases sociales y aún de otros tipos psicológicos, la escondida raíz de donde esos problemas brotan es la misma que encontramos debajo de las demás manifestaciones colectivas de la época. No están las élites tan lejos de la masa como suele pensarse" (Oyarzún, Luis. "Alone: La sombra inquieta". Pro Arte. Número 49, 16 junio 1949, p. 4).

Respecto al estilo de la obra, Daniel de la Vega (1892-1971) destacó que en ella "no encontramos el menor deseo de originalidad. Al contrario. Parece que el autor, en todas sus páginas, ha tratado de borrarse, de alejarse de los ojos del lector, para dejar más trasparente, más humilde, más limpia, la historia que relata". Destacó su escritura "correcta", "segura" y "precisa": "Nunca emplea más de cinco o seis líneas en pintar un tipo, y cada uno de esos tipos tiene un carácter, un soplo de vida, y un poco de ridículo y un poco de tristeza" ("'La sombra inquieta': 'diario íntimo' de Alone". Pacífico Magazine. Enero, 1917, p. 93).

Edmundo Concha (1918-1998) también destacó algunos aspectos de su escritura: "La acción de esta novela es floja y los personajes están captados de modo esquemático. Sin embargo, ella alcanza rango artístico gracias a la belleza de algunas descripciones paisajistas y al acierto de algunos rasgos psicológicos. Y además al buen castellano. Mérito evidente. La Sombra Inquieta está impecablemente escrita. Con fluidez, con pulcritud y con gracia" ("La sombra inquieta". Las Últimas Noticias. 11 junio 1949, p. 2).