Desde los primeros años de existencia de la Cruz Roja se dio especial interés a la asistencia de los enfermos, área en la que se prefería la formación de mujeres pues en ellas recaían las cualidades propias de este oficio, según dictaba el imaginario sexo genérico de esos años: paciencia, suavidad, puntualidad, buen humor, limpieza y amabilidad. Para instruirlas se necesitaba de un personal especializado constituido por médicos y enfermeras profesionales y expertos en medicina de urgencia, materia que se comenzaba a enseñar en las aulas universitarias. Como material didáctico se emplearon diversas cartillas que contenían información relevante que las enfermeras debían manejar con exactitud.

La primera formación oficial a este respecto se impartió en 1914 el primer "Curso para enfermeras de la Cruz Roja de las Mujeres de Chile" con el objetivo de cooperar con las Fuerzas Armadas en casos de emergencia internacional. Debido al éxito de estos cursos el Comité Central resolvió crear en 1944 la Dirección de Enfermería, organismo técnico encargado de controlar esta actividad de forma más efectiva. Con el mismo fin se creó en 1951 el curso de Supervisoras de Enfermería, el que se dictaba de acuerdo con los programas aprobados por la Liga de Sociedades de la Cruz Roja; en 1952 se creó el programa de Enfermería Aérea, destinado a atender las necesidades de los enfermos de la Fuerza Aérea; y en 1956 se creó un reglamento para uniformar los cursos de enfermeras en todo el país.

En tiempos de paz, se esperaba que estas mujeres se desempeñaran como "Enfermeras Visitadoras", quienes asistían a las casas de los enfermos antes que el médico para habilitar al paciente y su entorno con las condiciones higiénicas necesarias para el desempeño del profesional. También divulgaban los contenidos principales de las políticas de salud pública, las nuevas normas de salud personal y social que se dictaban desde el Comité Internacional, o información relevante sobre la prevención del alcoholismo, enfermedades venéreas, cáncer, etcétera. Esta área fue en la que más participación tuvieron las mujeres de la Cruz Roja Chilena.

Colaboraron con el trabajo brindado por las enfermeras, los Cursos de Especialización en Primeros Auxilios y la preparación técnica de camilleros a través de las "Cartillas del camillero".