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País Más Allá (2004)

País Más Allá se sitúa en el límite entre el recuerdo y la reflexión, entre la memoria y el pensamiento. Las sonoras rimas internas de libros como El Mensajero dan paso aquí a imágenes fugaces y largas enumeraciones de objetos o "cachivaches" del recuerdo, que no dejan de ser musicales:

Dilectos cachivaches, ah, quicial, tiempo, tiempo,

Es un barco cargado de... rengos palitroques:

saltemos de la cama, Lajda, cuántos atriles,

¿te acuerdas, bonachona de frustración?, ¿te acuerdas?,

júralo, no me mientas,

los lívidos escriños con calendas, ¿te acuerdas?

- la rehiladera gira sobre nuestros sepulcros-:

en el patio, indefensas, unas huellas se agitan:

la parra -su orfandad- nos acoge, piadosa;

mis bolsillos gorjean

tizas, guijarros, mundos, botones, llanto, llanto;

tu delantal aúpa burlas, fábulas, gatos;

arcanos, de soslayo, quedamos en ayunas

- la rehilandera gira sobre nuestros sepulcros-,

pero entramos, y sigue, y entramos, pero sigue,

los lívidos escriños con calendas, ¿te acuerdas?:

es un barco cargado de... rengos palitroques,

dilectos cachivaches, ah, quicial, ¿tiempo?, tiempo.

(País Más Allá. Santiago: Lom. p. 151).