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Traductor

Las traducciones que van en este libro no son concesión a folclorismos ni paternalismos, sino el recurso válido -frente a la obligada soledad física (escritural) ante la página en blanco- que me permite dar cuenta del espíritu comunitario que imbuye el quehacer cotidiano de nuestro pueblo

("Final". En el país de la memoria. Temuco: Quechurewe, 1988, p. 76).

Para Elicura Chihuailaf el diálogo intercultural requiere de una comunicación bilingüe. Su labor como traductor juega un papel central en el intercambio cultural no solo al escribir su poesía en mapudungun y español, sino al trasladar al mapudungun textos significativos de la cultura mapuche-chilena, como es el caso de la poesía de Neruda, Ercilla y Víctor Jara. En cada uno de estos autores, Chihuailaf advierte comprensión y vínculo con el pueblo y la cultura mapuche. De este modo, la traducción se convierte en un gesto político y cultural, al establecer filiaciones literarias que van de la mano con la formación del Estado chileno. Raúl Zurita, en su presentación a Todos los cantos / Ti kum vl, dice: "Traducirlo así al mapudungun es devolver a Neruda, y a todos nosotros, a los verdaderos fundamentos, y esto es un gesto que excede las palabras de gratitud que le debemos a este excelente poeta que es Elicura Chihuailaf" (Zurita, Raúl. "Neruda en lengua mapuche". En: Neruda, Pablo. Todos los cantos / Ti kom vl. Santiago: Pehuén, 1996, p. 4).

Según Chihuailaf, el primer antecedente sobre poesía bilingüe mapudungun-castellano fue el libro Lecturas araucanas del sacerdote Félix de Augusta, "allí aparecen recogidos una serie de textos de relatos y poesía, los cantos de la vida cotidiana, pero también cantos de las machis" ("Elicura Chihuailaf, en la oralitura habita una visión de mundo". Aérea, número 3, marzo, 2000, p. 54). Posteriormente, en El Heraldo Araucano, publicado en Santiago y dirigido por Carlos Huaquiñir Raín, aparecen textos bilingües, "por supuesto que con distintas formas escriturales, como no habían alfabetos que estuvieran más o menos difundidos, entonces cada cual hizo lo suyo" (p. 54).