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El mestizaje

El término "mestizaje" es enormemente complejo, ya que evoca múltiples y contrapuestos significados. Tan diversas son las disciplinas que estudian esta temática -antropología, historia, literatura, entre otros- que no existe un consenso sobre su definición o significado y las consecuencias que tuvo para Hispanoamérica.

Para el Premio Nacional de Historia Rolando Mellafe, "el fenómeno del mestizaje prácticamente no existió en Europa" (Mellafe, Rolando. "Demografía histórica de América Latina. Fuentes y métodos". Historia social de Chile y América. Santiago: Editorial Universitaria, 2004, p. 1). Esto no significa que en el viejo continente no se produjeran mezclas sanguíneas ni trasvasijes culturales durante su historia. El académico apuntaba a que los europeos, en general, no son conscientes de ese fenómeno y no lo perciben como una realidad. En América española y portuguesa, en cambio, este fenómeno se percibió como una problemática desde su descubrimiento.

El historiador sueco Magnus Mörner sostiene que el mestizaje apunta tanto a procesos biológicos como culturales, lo que provoca ambigüedad y mal uso del concepto. Por lo mismo, él propone hablar de miscegenación para referirse a la mezcla genética de seres humanos y de transculturación cuando se alude al encuentro de dos culturas.

El historiador chileno de origen alemán Alejandro Lipschutz realizó un gran aporte para comprender la influencia del mestizaje en la estratificación de la sociedad colonial americana y chilena. Su libro El problema racial en la conquista de América es de referencia obligatoria para quien desee estudiar este fenómeno. En él, el intelectual mezcla sus conocimientos de médico con los de sociólogo, rechaza los prejuicios negativos hacia los indios y negros, junto con derribar el mito de la superioridad biológica de los blancos.

El argentino Ángel Rosenblat no entrega una definición sobre el concepto, aunque estudia ese proceso en todos los países de la América hispana, analizando cómo los factores demográficos, económicos y sociales contribuyeron (o dificultaron) las mezclas de los individuos. Para él, "el proceso del mestizaje ha sido en algunos países el proceso de formación del alma nacional" (Rosenblat, Ángel. La población indígena y el mestizaje en América. Tomo II. Buenos Aires: Editorial Nova, 1954, p. 10).

Para el historiador español Juan Olaechea Labayen, el mestizaje es una gesta, ya que permitió a los individuos de más modestos recursos y de menor estatus en la sociedad colonial, mejorar sus condiciones de vida y alcanzar mayor prestigio. Según él, era posible que un negro se convirtiera en un mulato y, más adelante, sus hijos y nietos fueran blancos producto de las uniones interraciales.