La Unión Demócrata Independiente se mostró partidaria de mantener el carácter restrictivo de la Constitución, incluyendo la inconstitucionalidad de los partidos marxistas. Defendió, además, la conformación del Consejo de Seguridad Nacional, aunque abriéndose a la posibilidad de incluir a un nuevo miembro, que podía ser el presidente del Tribunal Constitucional o el presidente del consejo del Banco Central. Incluso propuso introducir una nueva causal de cesación en el cargo de un parlamentario y limitar la inviolabilidad parlamentaria. Sus únicas concesiones fueron las de acortar la duración de los estados de excepción (aunque manteniendo las atribuciones extraordinarias del presidente), eliminar la facultad de disolver la Cámara de Diputados, eliminar la incompatibilidad de la dirigencia gremial con la militancia política y establecer ligeras modificaciones a los requisitos para aprobar reformas constitucionales.