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Los vigilantes

Por su novela Los vigilantes, Diamela Eltit recibió el Premio José Martín Nuez 1995, distinción que entregó por segunda vez el Instituto de Letras de la Universidad Católica de Chile en conjunto con la Fundación José Martín Nuez. En la ceremonia de premiación, José Luis Samaniego, director de la carrera de Letras, destacó los méritos de la obra: "Esta novela de Diamela -inscrita como toda su producción anterior en el modelo cultural del barroco hispanoamericano, o mejor dicho, del neobarroco- corresponde a una propuesta literaria que implica un doble compromiso, inseparable entre sí, por una parte, compromiso con la escritura, con el hacer creativo de la palabra, y por la otra, compromiso con la profunda crisis de la realidad hispanoamericana en busca de libertad y de su propia identidad" ("Discurso entrega premio José Nuez a Diamela Eltit", Taller de Letras, (24): 202, 1996).

Por su temática esta novela presentó una lectura crítica del momento político que se vivía en Chile, así lo reafirma Marcela Prado Traverso: "Los vigilantes es un texto de la política cotidiana, de la política del medio doméstico y de su trabazón con lo público, tema tratado con profundidad sicológica y alcances sociales en resonancia con el proceso de transición democrática y social que se inicia" (Prado Traverso, Marcela. "Los sentidos vigilantes", Et Cétera, (3): 26, 1999).

Según Diamela Eltit, esta novela a pesar de ser bastante corta, le costó muchísimo: "estaba asfixiada, pensaba que podía terminarse a la segunda carta. Creo que eso me hizo sacar más sentido sobre la escritura como trabajo, como dificultad. A mí las novelas me producen gran desgaste físico e intelectual" ("El cuerpo femenino es un territorio moral", El Mercurio, 5 de enero 1992, p. 4 (suplemento)).

Sus referentes literarios fueron: Franz Kafka, el libro Molloy de Samuel Beckett y El sonido y la furia, de William Faulkner. Por su parte, el principal eje argumental estuvo en lo político: "Es también una novela que la pensé muy política, en términos de liberar la diferencia de escritura, la diferencia de sujeto, los órdenes, los lugares sociales, los roles. Quise pasar por varios niveles y llegar sobre todo a la escritura, a la escritura como riesgo y como desalojo, que te puede desalojar" (Morales T, Leonidas. "Narración y referentes en Diamela Eltit", Revista Chilena de Literatura, (51): 126-127, noviembre, 1997).