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obras de tipo biográfico

Enrique Bunster concitó la atención del público, la crítica e incluso de la academia cuando publicó en 1942 Lord Cochrane: estudio con variaciones, obra con la cual se adjudicó el honor de ser el primer chileno en abordar, in extenso, la vida de de este famoso marino británico. Sin embargo, la obra no estuvo exenta de controversia, por lo difícil que resultaba clasificarla estrictamente dentro de un género o categoría. De hecho, Alone, en el prólogo a la primera edición aborda dicho asunto y se pregunta si se trata de "¿Historia? ¿Biografía novelada? ¿Novela biográfica?", antes de optar, en definitva, por llamarla "crónica" (Alone. "Prólogo". Lord Cochrane. p.16).

Un dilema semejante fue el que suscitó Crónicas portalianas, obra publicada póstumamente en el año 1977, cuyas páginas relatan sucesos históricos de magnitud y algunos episodios menores de la vida del ministro de Estado Diego Portales. Bunster describe tanto los amores del estadista como sus grandes conflictos y acciones políticas en un estilo ágil, ameno y siempre fiel a los registros de la historia. Guillermo Izquierdo Araya repite el ejercicio de Alone en el estudio preliminar del libro y plantea la duda: "¿Biografía novelada? No. ¿Estudio académico?, tampoco. ¿Un retrato psicológico del héroe? En parte, sí" (Izquierdo Araya, Guillermo. "Estudio preliminar: Enrique Bunster, animador de la historia". Crónicas portalianas, p. 14).

Ambas obras son representativas del género que más desarrolló Enrique Bunster: la crónica Lord Cochrane y Diego Portales son los protagonistas de estas páginas y aunque estamos frente a dos grandes personajes de la historia chilena, el autor ha elegido una composición fragmentaria, en la que cada capítulo constituye una "pequeña historia" dentro del gran panorama biográfico.