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Escuela Nacional Unificada (ENU)

La Escuela Nacional Unificada (ENU), diseñada durante el gobierno de la Unidad Popular, tuvo como objetivo conseguir la igualdad de oportunidades para la incorporación y permanencia en el sistema educacional de todos los niños y jóvenes. En este sentido, la ENU estaba inmersa en un proyecto revolucionario de educación, basado en "extender el servicio educacional a todas las capas sociales, determinar nuevas estructuras y gobierno de la educación integrando a los maestros, trabajadores, padres y apoderados, estudiantes y a la comunidad organizada, para que asuman su cuota de responsabilidad en la co-dirección, en la co-administración y en la planificación científica del proceso educativo en función del desarrollo pleno de la singularidad humana y social y de los objetivos del proyecto socialista de la nación chilena". (Convocatoria, reglamento y programa del Congreso Nacional de Educación: 13, 14, 15 y 16 de diciembre de 1971, Santiago: Impr. Depto. de Cultura y Publs., MINEDUC, 1971, p. 2). Según la coalición de gobierno, el pueblo y el magisterio habían estado marginados de la elaboración de la política educacional, por lo que los objetivos generales de la política de educación pública eran la "elevación sustancial del grado de conciencia y de capacitación del pueblo y, especialmente, de la clase obrera y del campesinado tendiente al dominio social de los medios de producción, al crecimiento de la economía y al ejercicio y defensa del poder político", al igual que "la incorporación de Chile a los más altos niveles científicos y tecnológicos para asegurar su independencia política y económica" (ídem, p. 3).

En ese contexto, la ENU pretendió reemplazar los niveles parvulario, básico y medio por la educación parvularia -para niños de cero a seis años-, general y politécnica, para los niños y jóvenes de seis a dieciocho años. La ENU separó la enseñanza en dos niveles. El primero sería un proceso de orientación que duraba entre el 1º y 9º año de enseñanza, donde el estudiante conocería los áreas tecnológicas mediante trabajos voluntarios. Entre el 9º y 12 º año, se instauraría un plan común para asegurar la base cultural del estudiante, un plan electivo que posibilitaría escoger de acuerdo a intereses y aptitudes, y un plan de especialización, vinculado al oficio o profesión elegida. En suma, se trata de un currículo en el que sobresale el trabajo práctico de los alumnos, tendiente a borrar el divorcio existente entre el trabajo manual e intelectual, entre la teoría y la realidad. Pero especialmente, la ENU era un programa que daba la opción de concluir los estudios en cualquier fase de la vida. Con estos fines, el gobierno amplió la matrícula u oferta educacional de manera exponencial entre 1971 y 1972. Así, el número de estudiantes registrado en todos los niveles de enseñanza y tanto en el sistema público como privado, aumentó en 17,4%. La educación básica, entre 1970 y 1973, creció en 13,5%, la educación especial en 54% y la parvularia en 53%. Esto último sucedió entre otros motivos, porque la Junta Nacional de Jardines Infantiles creada durante el gobierno de Eduardo Frei, comenzó a funcionar en 1971. Estas cifras se repitieron en la educación media, ya que en 1973 ingresaron 32% más de estudiantes que en 1970. La educación superior, finalmente, masificada no sólo por el gobierno, sino por la Reforma Universitaria, elevó su matrícula en un 101% en esos mismos años. No obstante, debido a la polarización política, la implementación de la ENU no pudo concretarse, y fue totalmente descartada luego del golpe de Estado de septiembre de 1973.