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Jorge Juan y Antonio de Ulloa

Los designación de los jóvenes marinos Jorge Juan y Antonio de Ulloa, en enero de 1735, para integrarse a la expedición geodésica francesa no respondió sólo a su notable desempeño en la Academia de Guardiamarina de Cádiz, que los calificaba para aprovechar el intercambio con los experimentados científicos franceses, sino que además se debe considerar que en ese momento la armada española se enfrentaba con la inglesa en el Atlántico y necesitaba allí a sus mejores oficiales. Por lo demás, la propia juventud de Juan y Ulloa les permitió sostener una relación más distendida que otra persona de más edad y mayor prestigio, con figuras tales como el naturalista y geodesta Charles Marie de La Codamine, el astrónomo e hidrógrafo Pierre Bouguer y el botánico Joseph Jossieu. Con todo, para mitigar las diferencias formales, antes de zarpar de Cádiz ambos guardiamarinas fueron ascendidos a teniente.