Subir

El libro en sus proyectos de nación basados en la educación

Con el gobierno del Presidente Manuel Bulnes (1840-1850) comenzó un nuevo periodo de estabilidad republicana y de apertura cultural. Durante el decenio anterior (1931) había llegado al país Domingo Faustino Sarmiento, a quien se le encargó la reforma de la educación; así se puso en marcha el proyecto liberal para formar una sociedad letrada. El libro, como sinónimo de conocimiento y, en consecuencia, de progreso, libertad y desarrollo, sería el fundamento de una visión educativa de la nación moderna.

El desarrollo intelectual del país fue de la mano del crecimiento del mercado del libro, y viceversa. En la década de 1840 ya funcionaban alrededor de nueve imprentas en Valparaíso y otras tantas en Santiago. Si bien es cierto que la mayor parte de ellas estaba dedicada a imprimir periódicos, fueron estos los que en principio jalonaron la comercialización de libros, con tiradas de promoción impresas en sus propios talleres. En cuanto al comercio en librerías, la mayor parte de la oferta se importaba de Europa. En 1840 se estableció la primera librería en Chile (Librería Española, en Valparaíso); en 1849 había cinco. En 1867 había en todo el país treinta y ocho imprentas; en 1871, cuarenta y nueve; y en 1875, sesenta y seis, y unas ochenta de ellas en 1880. (Bernardo Subercaseaux. Historia del libro en Chile, Santiago: Lom, 2000, p. 64).

Entre 1840 y 1880 el clima intelectual de entusiasmo por el libro permitió, por una parte que impresores y libreros se profesionalizaran, y por otra, que se perfilaran gustos y tendencias de lectura, según las clases sociales. La ópera, la zarzuela, el teatro y la poesía popular crearon sus propios mercados concretos y llevaron su público hacia los libreros e impresores. De esa manera, el siglo XIX dobló la página con la publicación del primer éxito editorial masivo de Chile: Don Lucas Gómez, o sea, el guaso en Santiago, juguete cómico en dos actos y en prosa (de Mateo Martínez Quevedo, "estrenada con el más brillante éxito en el Teatro Municipal de Curicó el 14 de julio de 1885", según señala la portadilla de la quinta edición), una pieza de teatro que llenaba las salas de todo el país y que en 1896, cuando andaba ya por su cuarta edición, había vendido más de 30.000 ejemplares". (Bernardo Subercaseaux. Historia del libro en Chile, Santiago: Lom, 2000, p.100).