"La poesía es un artículo de primera necesidad / ¿puede vivir el hombre cuando se le muere el hombre?". Estos versos pertenecen al prólogo poético "Manifiestos para el diálogo", con el que Fidel Sepúlveda presentó la antología Poesía para el camino. Son versos que, de paso, definen su poética como una necesidad diaria y existencial, una poética que no cesó de plasmar en sus escritos y de llevar a la práctica en la vida.

Introduciendo el poemario A lo humano y a lo divino, Adriana Valdés afirma que "la poesía de Fidel está en un recodo, está en la provincia. Y trae el recado de ese recodo [...] ajeno a las polémicas y a las modas", distante del tipo de escritura poética que dominaba la escena entonces. Coincide en este punto Jaime Blume, al señalar: "Existen poetas de todo pelo: mayores y menores, malos y buenos, mediocres y respetables, edulcorados, tremendistas, metafísicos. Existen otros --Fidel Sepúlveda entre ellos-- que son solo eso: poetas" ("Fidel Sepúlveda, los trabajos de un poeta", p. 24).