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La creación de asentamientos urbanos

Desde la conquista hasta fines del siglo XVII, el Reino de Chile tuvo un sello marcadamente rural disperso en haciendas y estancias. Los pocos centros urbanos de importancia se emplazaban al norte del río Bío-Bío hasta la ciudad de La Serena por el norte.

La política fundacional de ciudades iniciada en el siglo XVIII modificó aquella fisonomía del Reino a través del accionar de gobernadores y la Junta de Poblaciones. Durante la primera mitad de aquel siglo se comenzaron a crear ciudades y villas en distintos puntos de Chile central y en el norte chico con el emplazamiento de Copiapó.

De acuerdo a Santiago Lorenzo, destacado especialista en la historia urbana colonial chilena, la creación de ciudades y villas atravesó cinco etapas. Un primer momento inaugural ocurrió en 1717 con la fundación de Quillota. Un segundo momento que transcurre entre los años 1739 y 1744, a través de la fundación de villas en lugares estratégicos que serían cabeceras políticas y administrativas de los partidos o jurisdicciones. En esta etapa destaca el Gobernador José Antonio Manso de Velasco. Una tercera etapa corresponde a las villas sufragáneas, que dependen de ciudades o villas mayores fundadas a partir de 1752. Una cuarta etapa corresponde al avance de villas hacia la frontera mapuche. Y, finalmente, el ciclo de fundaciones y refundaciones bajo el gobierno de Ambrosio O´Higgins. En cada etapa se produce una renovación de la normativa urbana tradicional, no obstante conserva su filiación con los principios fundamentales de las Leyes de indias.

Fiel al diseño urbano de origen hispano y castellano, las ciudades y villas debían ser creadas según el trazado ajedrezado con una Iglesia parroquial, plaza central, casa de cabildo y cárcel. Pese al interés de las autoridades para que las villas y ciudades expresaran belleza y lucimiento, las prioridades de aquellas primeras obras urbanas en realidad se ajustaron a las necesidades de subsistencia de la población, por ejemplo, el trazado de canales para el aprovisionamiento de agua y la entrega de tierras y solares.